Consejos Prácticos

Solución rápida a problemas con el sello de puertas en refrigeradores Smeg

Cómo solucionar problemas con las gomas de las puertas en frigoríficos Smeg

Si tienes un frigorífico Smeg y notas que la goma de la puerta no está funcionando bien, no te preocupes, no eres el único. Cuando la goma está dañada o no sella bien, pueden aparecer varios problemas: entra aire caliente, el frío no se mantiene y, claro, el consumo de energía se dispara. Por suerte, arreglar esto suele ser más sencillo de lo que parece. Aquí te dejo una guía para que entiendas qué pasa y cómo ponerle solución.

1. Cómo detectar que la goma de la puerta está fallando

Lo primero es saber si realmente la goma está dando problemas. Algunos síntomas comunes son:

  • Entrada de aire caliente: Si notas que el interior del frigorífico está más cálido de lo normal o ves que se forma escarcha en sitios donde no debería.
  • Facturas de luz más altas: Una goma en mal estado hace que el frigorífico trabaje más para mantener la temperatura, y eso se refleja en la factura.
  • Acumulación de agua: Si ves humedad o condensación en el exterior del aparato.
  • Dificultad para cerrar la puerta: Si al cerrar sientes que la puerta ofrece resistencia o no encaja bien, puede ser por una goma desalineada o dañada.

2. Revisa bien la goma de la puerta

Antes de hacer cualquier cosa, échale un buen vistazo a la goma:

  • Busca daños: Fíjate si tiene grietas, cortes o está desgastada.

La verdad, a veces con solo limpiar bien la goma y asegurarte de que está en su sitio, el problema se soluciona. Pero si ves que está rota o deformada, lo mejor es cambiarla para evitar problemas mayores.

Cómo solucionar problemas con la junta de la puerta

  • Detecta daños en la junta: Si notas que la junta está decolorada o estirada, probablemente esté dañada y necesite atención.

  • Limpia la junta: A veces, la suciedad o restos de comida impiden que la junta selle bien. Lo mejor es limpiarla con agua tibia y un detergente suave. Evita usar productos abrasivos que puedan estropearla.

  • Revisa la alineación: Abre y cierra la puerta para ver si encaja bien. Si está desalineada, la junta no hará buen contacto con el marco.

1. Realineando la puerta

  • Verifica que el refrigerador esté nivelado: Usa un nivel para asegurarte de que la nevera esté bien puesta. Si no es así, ajusta las patas hasta que quede estable.

  • Ajusta la puerta: Si con nivelar no basta, afloja con cuidado los tornillos de las bisagras, mueve la puerta a la posición correcta y vuelve a apretar los tornillos.

2. Reparar o cambiar la junta

  • Reparar la junta: Si tiene pequeños desgarros, a veces se pueden arreglar con un pegamento especial para goma o silicona.

  • Cambiar la junta: Cuando la junta está muy dañada, lo mejor es reemplazarla por una nueva para asegurar un buen sellado.

Cómo cambiar la junta de la nevera y mantenerla en buen estado

Si necesitas reemplazar la junta de la puerta de tu nevera, lo más común es que puedas comprar una nueva directamente en Smeg o a través de distribuidores autorizados. Aquí te dejo una guía sencilla para hacerlo tú mismo:

  • Quitar la junta vieja: Con mucho cuidado, despega la junta antigua. A veces está pegada, así que ve despacio para no dañar la puerta.

  • Limpiar bien la zona: Es importante eliminar cualquier resto de pegamento para que la nueva junta se adhiera bien y no se despegue rápido.

  • Colocar la junta nueva: Alinea la nueva junta con el marco de la puerta y presiónala firmemente. Si la junta trae instrucciones específicas, sigue esos pasos al pie de la letra.

Consejos para evitar problemas futuros

  • Limpieza regular: Mantén la zona de la junta limpia para que selle bien y no se acumule suciedad.

  • No sobrecargar la nevera: Evita llenar demasiado el frigorífico o congelador, porque si los objetos presionan la puerta, la junta puede dañarse o deformarse.

  • Revisar las juntas de vez en cuando: Haz un chequeo periódico para detectar desgaste o daños antes de que se conviertan en un problema mayor.

¿Cuándo llamar a un profesional?

Si después de seguir estos pasos la puerta sigue sin sellar bien, puede que haya un problema más complicado, como daños en el marco o fallos en el sistema de refrigeración. En ese caso, lo mejor es contactar con un técnico especializado para que revise el aparato.

Conclusión

Si te pones a revisar y cuidar las gomas de la puerta de tu nevera Smeg, vas a notar que consume menos energía, durará más tiempo y tus alimentos se conservarán mejor. La clave está en echar un vistazo de vez en cuando, limpiarlas bien y mantenerlas en buen estado para que el frigorífico funcione sin problemas.

Ahora, si después de todo esto sigues teniendo problemas, no dudes en llamar a un técnico especializado. A veces, lo mejor es dejar que un profesional se encargue para evitar complicaciones mayores.