Cómo solucionar problemas comunes en frigoríficos AEG
Si tienes un frigorífico AEG, es posible que en algún momento te topes con ciertos problemas que afecten su funcionamiento. No te preocupes, aquí te explico de forma sencilla cuáles son esos fallos frecuentes y cómo puedes arreglarlos para que tu electrodoméstico siga rindiendo como debe.
Problemas habituales y cómo resolverlos
| Problema | Posible causa | Solución práctica |
|---|---|---|
| El aparato no enciende | El enchufe no está conectado o falta corriente | Revisa que el enchufe esté bien puesto y que la toma de corriente funcione. |
| El frigorífico o congelador está demasiado caliente | La temperatura está mal ajustada o la puerta queda abierta | Ajusta la temperatura y asegúrate de que la puerta cierre bien. |
| El aparato hace ruido | No está nivelado o vibra | Coloca el frigorífico en una superficie plana y estable. |
| La puerta no cierra bien | Las gomas están sucias o desalineadas | Limpia las gomas y ajusta la puerta si es necesario. |
| Se acumula agua dentro | El desagüe está obstruido o hay problemas con el descongelado | Limpia el desagüe y revisa el sistema de descongelado. |
| Suena una alarma constante | La temperatura es demasiado alta | Verifica y ajusta la temperatura para que vuelva a la normalidad. |
La verdad, a veces estos detalles son fáciles de pasar por alto, pero con un poco de atención y mantenimiento, puedes evitar que se conviertan en un problema mayor. Más vale prevenir que curar, ¿no?
Cómo manejar problemas de temperatura en tu frigorífico y congelador
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Consulta la sección de alarma de temperatura en el manual. Si notas que hay demasiada escarcha en el congelador, puede ser porque la puerta no está bien cerrada o porque está demasiado lleno. Asegúrate de que la puerta cierre bien y evita sobrecargarlo.
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Ajusta la temperatura correcta. Para conservar los alimentos en su punto, lo ideal es poner el frigorífico a 4°C y el congelador a -18°C. Así mantendrás la frescura y evitarás que se estropeen.
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¿Tu aparato está demasiado caliente? Primero, no metas comida caliente directamente; déjala enfriar antes. Luego, revisa y ajusta la temperatura desde el panel de control. Y muy importante, cierra bien las puertas para que no se escape el frío.
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Alarmas que te avisan. Si dejas la puerta abierta unos 5 minutos, sonará una alarma y las luces de temperatura parpadearán. Solo cierra la puerta para que se apague.
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¿Y la escarcha? Puede aparecer si entra aire caliente por las juntas sucias o dañadas, o si el congelador está demasiado lleno y no circula bien el aire frío. Mantén las gomas limpias y no lo llenes en exceso para evitar este problema.
Cómo manejar la formación de escarcha
Si notas que la escarcha sigue acumulándose, prueba a ajustar un poco la temperatura. Y si el problema persiste, no dudes en llamar a un servicio técnico para que le echen un vistazo.
Ruidos en el frigorífico
Un zumbido suave o algún golpecito pueden ser normales mientras el frigorífico está en marcha. Pero si empiezas a escuchar sonidos raros, revisa lo siguiente:
- Nivelación: Asegúrate de que el aparato esté bien nivelado. Si no, usa los pies ajustables para corregirlo.
- Objetos vibrando: A veces, las cosas dentro del frigorífico o congelador se tocan y generan ruidos. Saca o reorganiza esos objetos para evitarlo.
Consejos para el mantenimiento
Un mantenimiento regular puede evitar muchos problemas:
- Limpieza interior: Usa agua tibia con un detergente suave. Evita productos abrasivos que puedan dañar las superficies.
- Drenaje: Revisa y limpia el desagüe con frecuencia para que no se acumule agua.
- Sellos: Limpia las gomas de las puertas para quitar cualquier suciedad que impida que cierren bien.
Cuándo llamar a un profesional
Si ya probaste todo lo anterior y tu frigorífico sigue dando problemas, lo mejor es contactar con el servicio autorizado de AEG. Ellos tienen la experiencia para solucionar fallos más serios de forma segura.
En resumen
Que tu frigorífico AEG te dé problemas puede ser un fastidio, pero muchas veces con unos simples ajustes o cuidados puedes arreglarlo tú mismo sin complicaciones.
Ten siempre a mano esta guía y no dudes en buscar ayuda profesional si ves que la cosa se complica. Entender bien los problemas y actuar a tiempo es la clave para que tu nevera funcione como debe y tus alimentos se mantengan frescos por más tiempo. La verdad, a veces un pequeño detalle puede marcar la diferencia, así que más vale prevenir que lamentar.