Cómo lidiar con ruidos extraños en tu frigorífico Smeg
Si tienes un frigorífico Smeg y últimamente te ha llamado la atención algún ruido raro, tranquilo, no eres el único. A muchos les pasa y, claro, uno se pregunta si algo anda mal. Conocer qué significan esos sonidos puede ayudarte a que tu nevera funcione sin problemas y de forma eficiente. Aquí te cuento los ruidos más comunes que podrías escuchar, qué indican y cómo actuar si te preocupa alguno.
Ruidos habituales en el frigorífico
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Zumbidos o vibraciones suaves
Es normal que el frigorífico emita un zumbido cuando el compresor está en marcha, intentando mantener la temperatura ideal. Este sonido suele bajar de intensidad después de unos minutos, cuando el compresor ya está trabajando a su ritmo. -
Sonidos de líquido moviéndose o burbujeo
Ese ruido como de agua fluyendo o burbujeando es el refrigerante circulando por el sistema de enfriamiento. No te preocupes, es parte del funcionamiento normal y no suele indicar ningún problema. -
Clics o chasquidos
Si escuchas un clic, probablemente sea el compresor encendiéndose o apagándose. Esto es habitual, pero si los clics se vuelven muy frecuentes o fuertes, quizás valga la pena revisarlo con más detalle.
Sonidos de "Popping" o Chasquidos
Es bastante común escuchar esos chasquidos dentro del refrigerador, y la verdad, no hay de qué preocuparse. Estos ruidos suelen aparecer cuando los materiales del aparato se expanden o contraen debido a los cambios de temperatura. Es algo normal y no afecta el funcionamiento.
Ruidos por Vibraciones
Si notas que el refrigerador vibra o hace ruidos extraños, puede ser porque no está bien nivelado. Cuando el equipo se tambalea, lo mejor es ajustar las patas hasta que quede firme y estable. También revisa que nada dentro esté causando el ruido, como estantes o recipientes que se mueven.
¿Qué hacer si los ruidos son demasiado fuertes?
Si los sonidos habituales se vuelven más intensos de lo normal, aquí te dejo unos pasos para que revises posibles causas:
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Nivelar el refrigerador: Un aparato que no está parejo puede vibrar más. Usa un nivel para asegurarte y ajusta las patas hasta que quede bien equilibrado. Además, verifica que no esté tocando paredes o muebles cercanos, porque eso puede aumentar el ruido.
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Revisar el interior: Asegúrate de que los cajones, estantes y botellas estén bien colocados. Si algo está suelto, puede moverse y hacer ruido cuando el compresor está en marcha.
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Inspeccionar las gomas de la puerta: Las juntas que no cierran bien hacen que el compresor trabaje más duro, y eso puede generar sonidos adicionales. Dale un vistazo para confirmar que estén en buen estado y sellando correctamente.
Cuida los sellos y la ventilación de tu nevera
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Revisa y limpia los sellos: Si notas que las gomas están desgastadas o dañadas, límpialas con suavidad o cámbialas. Esto es clave para que la nevera mantenga bien el frío y no se escape el aire.
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Asegura una buena ventilación: La nevera necesita espacio para respirar. Si está muy apretada o sin circulación de aire, puede sobrecalentarse y trabajar sin parar. No tapes las ranuras de ventilación, mantenlas libres de obstáculos.
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Evita cambios bruscos de temperatura: Abrir la puerta muchas veces o dejarla abierta mucho rato hace que suba la temperatura dentro. Intenta abrirla solo cuando sea necesario y rápido, así la nevera no tiene que esforzarse más y hace menos ruido.
¿Cuándo pedir ayuda profesional?
Si después de seguir estos consejos el ruido sigue o escuchas sonidos extraños como golpes fuertes, rechinidos o ruidos que te preocupan, lo mejor es llamar a un técnico. No intentes arreglarla tú mismo, porque podrías lastimarte o dañar más el aparato.
Contacta con el soporte técnico de Smeg
Si tu nevera aún está en garantía, el soporte técnico de Smeg puede darte soluciones específicas para tu modelo y ayudarte a resolver el problema sin complicaciones.
Conclusión
Saber interpretar los sonidos que hace tu nevera Smeg puede ser clave para mantenerla en óptimas condiciones. Desde ese zumbido constante hasta el burbujeo ocasional, muchos ruidos son totalmente normales y, de hecho, son señales de que el aparato está funcionando como debe. Pero ojo, estar atento a cualquier cambio raro puede evitarte dolores de cabeza más adelante.
Si sigues los consejos que te hemos dado, podrás identificar y solucionar esos ruidos fuera de lo común sin complicaciones, asegurando que tu frigorífico siga trabajando sin problemas durante mucho tiempo. La verdad, más vale prevenir que lamentar cuando se trata de cuidar un electrodoméstico tan importante en casa.