Guía práctica para cambiar los filtros de tu campana extractora Smeg
Si tienes una campana extractora Smeg en casa, seguro que ya sabes lo bien que funciona para mantener el aire de tu cocina limpio y libre de olores molestos. Pero, como cualquier electrodoméstico, necesita un poco de cariño y mantenimiento para seguir rindiendo al máximo. Uno de los cuidados más importantes es cambiar los filtros, especialmente los de grasa y carbón activado. Aquí te cuento todo lo que necesitas saber para hacerlo sin complicaciones.
¿Por qué es tan importante cambiar los filtros?
Los filtros son los héroes silenciosos que mantienen el ambiente de tu cocina más limpio. Con el tiempo, los filtros de grasa se saturan y dejan de atrapar bien la suciedad, y los de carbón activado pierden su capacidad para eliminar los olores. Cambiarlos con regularidad no solo mejora el rendimiento de la campana, sino que también ayuda a prevenir riesgos, como posibles incendios. Más vale prevenir que curar, ¿no?
Tipos de filtros y su cuidado
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Filtro de grasa:
Este filtro se encarga de atrapar las partículas de grasa que se generan al cocinar. Lo ideal es limpiarlo al menos una vez al mes y cambiarlo cuando notes que ya no funciona bien. -
Filtro de carbón activado:
Su función es absorber los olores desagradables que salen de la cocina. Según cuánto cocines y qué tipo de platos prepares, suele ser necesario reemplazarlo cada cuatro meses aproximadamente.
Con estos consejos, mantener tu campana Smeg en perfecto estado será pan comido. ¡A disfrutar de una cocina siempre fresca y sin malos olores!
Tipos de filtros de carbono
- Filtros no lavables: Estos filtros no se pueden limpiar; cuando se saturan, hay que cambiarlos por uno nuevo.
- Filtros lavables: Se pueden lavar cada dos meses para mantenerlos en buen estado, pero igual hay que reemplazarlos cada tres años o si se dañan.
Cómo cambiar los filtros
Cambiar el filtro de grasa:
- Apaga la campana: Antes de nada, asegúrate de que la campana extractora esté apagada y desconectada para evitar cualquier accidente.
- Saca el filtro de grasa: Busca la palanca de resorte que sujeta el filtro y tira de ella para sacarlo.
- Limpia o cambia: Puedes lavar el filtro con un detergente suave o, si está muy sucio o estropeado, reemplazarlo por uno nuevo. Si decides lavarlo, lo mejor es usar un ciclo corto y a baja temperatura en el lavavajillas. Ojo, puede que el filtro cambie un poco de color, pero eso no afecta su funcionamiento.
Cambiar el filtro de carbón activado:
- Apaga la campana: Igual que antes, asegúrate de que la campana esté completamente apagada.
- Quita el filtro viejo: Sigue los mismos pasos para localizar y sacar el filtro.
- Pon el filtro nuevo: Coloca el filtro limpio o nuevo en su sitio y presiona hasta que escuches el clic que indica que está bien fijado.
Consejos para Cuidar los Filtros
No olvides revisar tu filtro de grasa con regularidad. Este tiene una señal que se enciende después de unas 100 horas de uso, avisándote que ya es hora de echarle un vistazo. En cuanto al filtro de carbón, lo ideal es cambiarlo al menos cada cuatro meses, aunque si eres de los que cocina mucho, mejor hacerlo más seguido. Si tu filtro de carbón es lavable, lávalo con agua caliente y un detergente suave, y luego sécalo en el horno a 100 °C durante unos 10 minutos para dejarlo listo.
Limpieza de la Campana Extractora
Más allá de los filtros, la campana en sí también necesita cariño. Procura limpiar tanto el interior como el exterior al menos una vez al mes para evitar que la grasa se acumule, porque, la verdad, eso puede ser un riesgo de incendio. Usa un paño suave y limpio con detergentes líquidos neutros. Evita productos abrasivos o alcohol, ya que pueden dañar la superficie de la campana.
Para Terminar
Mantener y cambiar los filtros de tu campana Smeg no tiene por qué ser complicado. Siguiendo estos pasos sencillos, mantendrás tu cocina fresca y segura, y además alargarás la vida útil de tu electrodoméstico. Revisa tus filtros con frecuencia, límpialos cuando haga falta y cámbialos cuando notes que ya están saturados o desgastados.
Recuerda que mantener tu campana extractora en buen estado no solo ayuda a que la cocina se vea más limpia, sino que también mejora la calidad del aire mientras cocinas. La verdad, una campana bien cuidada puede hacer una gran diferencia para que el ambiente sea más saludable y agradable. Así que, más vale dedicarle un poco de tiempo a su mantenimiento, ¡vale la pena!