Cómo preparar tu frigorífico AEG para guardarlo a largo plazo
Si tienes un frigorífico AEG y piensas dejarlo sin usar por un buen tiempo, es fundamental saber cómo dejarlo listo para que no sufra daños ni se llene de olores desagradables. Aquí te dejo una guía sencilla, basada en las indicaciones del fabricante, para que tu electrodoméstico quede en perfecto estado durante el almacenamiento.
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Desconecta la corriente
Lo primero y más importante: desenchufa el frigorífico. Esto no solo es por seguridad, sino también para evitar gastar electricidad innecesariamente.
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Vacía todo el contenido
Saca absolutamente toda la comida, bebidas y cualquier otro objeto que tengas dentro del frigorífico y el congelador. Así evitarás que se derrame algo o que se formen malos olores mientras está apagado.
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Limpia el interior a fondo
Usa agua tibia y un detergente suave para limpiar todas las superficies internas. Ojo, nada de productos abrasivos que puedan rayar. No olvides limpiar bien las baldas, los cajones y las gomas de las puertas.
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Descongela el congelador si lo tiene
Si tu modelo incluye congelador, es clave descongelarlo por completo. Esto previene la acumulación de hielo que puede atrapar humedad y provocar moho. Pon toallas para absorber el agua que se derrita durante este proceso.
Con estos pasos, tu frigorífico AEG estará listo para un descanso largo sin problemas. Más vale prevenir que curar, ¿no crees?
Deja la puerta abierta
Después de limpiar y secar bien el frigorífico, lo mejor es dejar la puerta entreabierta. Así, el aire puede circular libremente y evitamos que aparezca moho o esos olores desagradables cuando no lo estamos usando.
Guarda el electrodoméstico
Busca un lugar fresco y seco para guardarlo. Evita sitios con mucha humedad o donde las temperaturas sean extremas. Lo ideal es que la temperatura ambiente esté entre 10 °C y 43 °C para que el frigorífico se conserve bien.
Protege el frigorífico
Si ves que es necesario, cúbrelo con una funda que deje pasar el aire para protegerlo del polvo. Ojo con las fundas de plástico, porque pueden atrapar humedad y eso no ayuda nada.
Revisa de vez en cuando
Cada cierto tiempo, échale un vistazo por dentro para asegurarte de que no haya moho ni malos olores. Si notas algo raro, límpialo otra vez y vuelve a dejar la puerta abierta para que se ventile bien.
Consejos finales
- Seguridad para los niños: Asegúrate de que los peques no puedan acceder al frigorífico vacío mientras está guardado. Lo mejor es ponerlo en un lugar donde ellos no puedan entrar.
- Evita poner peso encima: Si tienes que dejar algo sobre el frigorífico, no pongas objetos pesados que puedan dañarlo.
Ventilación Adecuada
Cuando guardes tu electrodoméstico, es fundamental que las salidas de ventilación no estén tapadas. Esto ayuda a evitar que aparezca moho o esos olores desagradables que a veces se quedan atrapados. La verdad, cuidar estos detalles hace toda la diferencia para que tu frigorífico AEG esté listo y en buen estado cuando decidas volver a usarlo.
Tomarte un tiempo para limpiarlo bien y almacenarlo correctamente no solo alarga su vida útil, sino que también te ahorra problemas futuros. Más vale prevenir que curar, ¿no crees?