Por qué es clave cubrir tus muebles durante el invierno
Cuando llega el frío, cuidar bien de tus muebles, sobre todo si están en el exterior, se vuelve fundamental. Los muebles de pino pintado, como muchos de los que fabrica Hillerstorp, son bastante delicados frente a las inclemencias del tiempo. En este artículo te cuento por qué es tan importante protegerlos con fundas o cobertores en invierno y cómo hacerlo de forma efectiva.
¿Por qué es tan necesario cubrir los muebles?
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Evitar que la humedad los dañe: Uno de los motivos principales para cubrir los muebles que están afuera es protegerlos de la humedad. La nieve y la lluvia hacen que la madera absorba agua, y con el tiempo eso puede provocar grietas y otros daños. Aunque estén pintados, la humedad puede filtrarse y afectar la estructura.
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Prevenir el desgaste por el clima: Los muebles de madera que se quedan expuestos a condiciones duras, como frío intenso, lluvia o viento, se van deteriorando poco a poco. Las partes más expuestas suelen ser las superficies horizontales, como las mesas o los reposabrazos, que reciben directamente la lluvia, la nieve y el sol.
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Protegerlos del sol: Si dejas los muebles afuera durante el verano, los rayos UV pueden hacer que los colores se desvanezcan o que la pintura pierda su brillo.
En resumen, cubrir tus muebles no solo los mantiene bonitos, sino que también alarga su vida útil. Más vale prevenir que lamentar, ¿no crees?
Cómo proteger tus muebles durante el invierno
Si cubres o guardas bien tus muebles en invierno, reduces muchísimo el riesgo de que se estropeen, y así se mantienen como nuevos por más tiempo.
Evita los cambios bruscos de temperatura: Las variaciones extremas de calor y frío también afectan a los muebles de madera. Por ejemplo, cuando la temperatura supera los 38 ºC, la resina puede empezar a salir del interior de la madera. No es algo peligroso, pero sí un buen motivo para mantener tus muebles cubiertos y alejados del sol directo cuando no los uses.
Cuida su apariencia: La verdad es que la exposición constante al clima invernal puede dejar manchas y marcas feas en tus muebles. Cubrirlos ayuda a conservar su belleza natural y evita que tengas que limpiarlos o pintarlos más de la cuenta. Además, protegerlos bien te ahorra dinero a largo plazo porque reduce la necesidad de reparaciones o reemplazos.
Cómo cubrir tus muebles correctamente
- Elige fundas de calidad: Invierte en fundas resistentes que aguanten el invierno. Busca materiales que sean impermeables pero que también permitan que la humedad salga, para que no se acumule dentro.
- Asegura un buen ajuste: La funda debe quedar bien ajustada al mueble, sin dejar espacios por donde pueda entrar el agua o el polvo.
Cómo proteger tus muebles en invierno
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Evita fundas flojas: Cuando las fundas no ajustan bien, el viento fuerte puede levantarlas y dejar tus muebles expuestos otra vez. Además, una funda que quede bien ajustada ayuda a que el agua no se acumule encima, evitando charcos molestos.
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Guárdalos en un lugar adecuado: Si tienes la opción, lo mejor es meter los muebles en un sitio fresco y seco, como un garaje o un cobertizo durante el invierno. Si no queda más remedio que dejarlos afuera, asegúrate de que estén un poco elevados del suelo y bien cubiertos. Es importante que haya un espacio entre la funda y el mueble para que el aire circule.
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Mantén todo seco: Antes de cubrir tus muebles, revisa que estén completamente secos. La humedad atrapada puede provocar moho y hongos, y créeme, eso a la larga es un problema serio.
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Ventilación, la clave: Al cubrir los muebles, deja que el aire pueda pasar entre la funda y la superficie. Esto ayuda a evitar que se acumule humedad y mantiene los muebles en buen estado.
En resumen
Cubrir tus muebles en invierno no es solo para que se vean bien, sino para cuidar su calidad y que duren mucho más. La exposición al agua, al sol y a los cambios bruscos de temperatura puede dañarlos de forma irreversible. Tomarte un tiempo para protegerlos es una inversión que te agradecerán durante años.
Si te animas a invertir en fundas de buena calidad y sigues los consejos para guardar tus muebles durante el invierno, te lo agradecerás cuando llegue la primavera y todo siga como nuevo. La verdad, cuidar bien tus muebles en esos meses fríos puede marcar la diferencia y evitar sorpresas desagradables. Más vale prevenir que lamentar, ¿no?