Consejos Prácticos

Mejores formas de guardar muebles de exterior en invierno

Cómo Guardar tus Muebles de Exterior en Invierno

Cuando llegan los meses fríos, es fundamental cuidar bien tus muebles de exterior, sobre todo si están hechos de madera pintada, como las sillas Hillerstorp. Guardarlos correctamente durante el invierno no solo ayuda a conservar su aspecto, sino que también prolonga su vida útil. Aquí te dejo algunos consejos prácticos para que tus muebles lleguen perfectos a la próxima temporada.

  1. Límpialos a fondo antes de guardarlos

Antes de pensar en almacenarlos, lo primero es darles una buena limpieza. Quita toda la suciedad, hojas o cualquier resto que se haya acumulado. Un paño suave con agua jabonosa suele ser suficiente. Eso sí, asegúrate de secarlos bien para evitar que se formen moho o manchas de humedad mientras están guardados.

  1. Escoge un lugar adecuado para guardarlos

Una vez limpios, el siguiente paso es encontrar el sitio ideal para almacenarlos. Lo mejor es que sea un lugar:

  • Protegido de la humedad y la lluvia. Si puedes, guárdalos dentro de casa, en un garaje o un cobertizo.
  • Fresco, pero sin que esté demasiado seco. Las temperaturas extremas pueden dañar la madera, así que un ambiente estable y fresco es lo ideal.
  • Bien ventilado. Esto ayuda a que circule el aire y evita que se acumule humedad.

Con estos cuidados, tus muebles estarán listos para resistir el invierno y lucir como nuevos cuando vuelva el buen tiempo.

Cómo proteger tus muebles de exterior en invierno

Si no tienes la opción de guardarlos dentro de casa, no te preocupes, puedes dejarlos afuera, pero ojo, hay que tomar algunas precauciones extra para que no sufran con el frío y la humedad.

3. Usa fundas para muebles

Si decides que tus muebles se queden al aire libre durante el invierno, lo más importante es invertir en fundas de buena calidad. Aquí te dejo unos consejos para elegirlas y usarlas bien:

  • Opta por fundas que permitan que el aire circule. Esto evita que se acumule humedad, que es la culpable de que aparezca moho o que la pintura se descascare.
  • Asegúrate de que las fundas queden bien ajustadas. Así no se las lleva el viento y tampoco entra la lluvia o la nieve.
  • Deja un pequeño espacio entre la funda y el mueble para que el aire pueda moverse y evitar que se forme condensación.

4. Eleva los muebles

Si vas a dejarlos afuera, trata de ponerlos un poco elevados del suelo. Esto ayuda a:

  • Protegerlos de la humedad que viene del suelo. Al estar levantados, no estarán en contacto directo con charcos de agua o nieve.
  • Evitar que se rayen o dañen cuando los muevas en la nieve o el hielo.

5. Controla la temperatura y la humedad

Los muebles de madera son especialmente sensibles a los cambios de temperatura y humedad. Por eso, es mejor guardarlos cuando estén secos y evitar que se mojen mucho, para que no se deformen o agrieten con el frío.

La verdad, más vale prevenir que curar, y con estos consejos tus muebles te lo agradecerán cuando llegue la primavera.

Cuidados para guardar tus muebles de exterior en invierno

Antes de guardar tus muebles, asegúrate de que estén completamente secos. La humedad puede ser una enemiga silenciosa que provoque grietas o deformaciones en la madera. Además, evita exponerlos a temperaturas muy altas. Si los guardas dentro de casa, procura que la temperatura no supere los 38 ºC (100 ºF), porque el calor excesivo puede hacer que la madera libere su resina natural, lo que no es nada bueno.

6. Revisión periódica

Aunque ya hayas guardado tus muebles, no está de más echarles un vistazo de vez en cuando. Busca señales de daños, acumulación de humedad o la presencia de insectos. Mantenerlos en buen estado durante el invierno te ahorrará mucho trabajo cuando llegue la primavera y quieras volver a usarlos.

Conclusión

Dedicar un poco de tiempo a almacenar correctamente tus muebles de exterior, como los de Hillerstorp, es la mejor forma de conservarlos en perfecto estado durante años. Siguiendo pasos sencillos —limpiar bien, elegir un buen lugar para guardarlos, usar fundas protectoras, elevarlos del suelo, controlar la temperatura y hacer inspecciones regulares— protegerás tu inversión contra los rigores del invierno. Recuerda que un poco de preparación ahora se traduce en disfrutar mucho más cuando vuelva el buen tiempo.