Consejos para aprovechar al máximo el sensor de fritura en tu placa Siemens
Si tienes una placa de inducción Siemens, el sensor de fritura puede ser tu mejor aliado en la cocina. Este sistema te ayuda a controlar la temperatura mientras cocinas, lo que es especialmente útil para freír o saltear sin preocuparte de que la comida se queme o quede cruda.
¿Qué es el sensor de fritura?
El sensor de fritura es una función que permite fijar una temperatura específica para cocinar. En lugar de estar ajustando la potencia constantemente, el sensor mantiene esa temperatura automáticamente, facilitando que tus platos queden perfectos sin complicaciones.
Cómo configurar el sensor de fritura
- Elige la zona de cocción: Primero, coloca la sartén vacía en la zona donde vas a cocinar. Esto permite que el sensor reconozca el recipiente.
- Activa el sensor: Selecciona la zona en el panel de control y pulsa el botón del sensor de fritura. Verás que en la pantalla aparece la temperatura predeterminada.
- Selecciona la temperatura: Desliza sobre el área de ajustes para escoger la temperatura que mejor se adapte al plato que vas a preparar.
Con estos pasos, cocinar con tu placa Siemens será mucho más sencillo y los resultados, mucho más consistentes. La verdad, una vez que le coges el truco, no quieres volver atrás.
Temperaturas recomendadas para cocinar diferentes platos
- Derretir: Entre 70 y 80 °C
- Saltear: De 110 a 120 °C
- Freír: A partir de 140 °C, dependiendo del tipo de alimento
¿Cuándo añadir la comida?
Cuando la sartén alcance la temperatura indicada, escucharás una señal. Ahí es el momento perfecto para echar la grasa o el aceite y luego la comida.
Temperaturas ideales para freír según el plato
Plato | Temperatura (°C) | Tiempo sugerido |
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Escalope (simple) | 160 – 180 | 4 a 10 minutos |
Bistec grueso | 180 – 220 | 6 a 12 minutos |
Filetes de pescado | 180 | 10 a 20 minutos |
Huevos fritos | 140 | 2 a 6 minutos |
Tostadas francesas | 160 | 4 a 8 minutos |
Consejos para sacar el máximo provecho al sensor de fritura
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Elige la sartén adecuada:
Asegúrate de que tus sartenes sean compatibles con cocinas de inducción. Lo ideal es que tengan base ferromagnética, porque así el sensor funciona mejor. -
No llenes demasiado la sartén:
Si pones mucha comida de golpe, la temperatura baja y en vez de freír, terminas cocinando al vapor. Más vale ir poco a poco. -
Vigila la cocción:
Aunque el sensor ayuda a mantener la temperatura, no pierdas de vista lo que estás cocinando para evitar sorpresas.
Consejos para cocinar y cuidar tu placa de cocina
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Añade los ingredientes poco a poco: Si estás cocinando en varias tandas, espera un momento después de poner la primera antes de echar más. Esto ayuda a que la temperatura se mantenga estable y la comida se cocine de manera uniforme, sin quemarse.
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Atento al sensor: El sensor te da pistas mostrando la temperatura actual y la que has configurado. Si ves que la temperatura baila mucho, prueba a apagar la placa un ratito y luego volver a encenderla para que se estabilice.
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Elige bien el aceite: No todos los aceites aguantan el mismo calor. Para freír, lo mejor es usar aceites con un punto de humo alto, como el de girasol o el de cacahuete, así evitas que se quemen y que la comida quede con mal sabor.
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Ajusta la potencia si hace falta: Aunque estés usando el sensor para freír, puedes cambiar la potencia si notas que la comida se cocina demasiado rápido o lento. Así tienes más control y mejores resultados.
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Limpieza y mantenimiento: Después de cocinar, es fundamental limpiar bien la placa para que dure más tiempo. Olvídate de los productos abrasivos; mejor usa un paño húmedo y limpiadores específicos para superficies de vitrocerámica. Deja que la placa se enfríe por completo antes de limpiarla y limpia cualquier derrame rápido para evitar manchas. Nunca uses estropajos metálicos ni objetos afilados que puedan rayar la superficie.
Conclusión
Usar el sensor de fritura en tu placa Siemens puede hacer que cocinar a la sartén sea mucho más sencillo y eficiente. Si sigues algunos consejos prácticos, podrás disfrutar de platos perfectamente cocinados sin tener que estar pendiente de ajustar la temperatura todo el tiempo. ¡A cocinar se ha dicho!