Consejos Prácticos

Guía rápida para cambiar filtros de carbón activo en campanas Smeg

Guía para Cambiar los Filtros de Carbón Activo en tu Campana Smeg

Si tienes una campana Smeg en tu cocina, seguro sabes lo crucial que es mantenerla en buen estado para que el aire se mantenga fresco y limpio mientras cocinas. Uno de los cuidados más importantes es cambiar los filtros de carbón activo cuando ya están saturados y no funcionan bien. Aquí te cuento paso a paso cómo hacerlo para que tu campana siga rindiendo al máximo.

¿Por qué es necesario cambiar los filtros de carbón activo?

Los filtros de carbón activo son los encargados de limpiar el aire de tu cocina, atrapando olores y contaminantes que se generan al cocinar. Pero ojo, estos filtros tienen un límite: después de un tiempo, se saturan y dejan de absorber bien los malos olores y las impurezas.

Para que tu campana siga funcionando como el primer día, lo ideal es cambiar estos filtros cada seis meses, o incluso antes si usas mucho la campana. La verdad, más vale prevenir que curar, porque un filtro saturado puede afectar la calidad del aire y el rendimiento de tu campana.

Lo que vas a necesitar

Antes de ponerte manos a la obra, asegúrate de tener a mano estos elementos:

  • Filtros de carbón activo de repuesto (los puedes conseguir en distribuidores oficiales de Smeg)
  • Un detergente suave para limpiar
  • Un paño húmedo
  • Un destornillador, por si necesitas fijar el filtro o la campana

Guía paso a paso para cambiar los filtros de carbón activo

Primero lo primero: seguridad
Antes de empezar, desconecta la campana extractora de la corriente eléctrica. No hay que jugar con la electricidad, así que mejor prevenir que lamentar.

Cómo acceder a los filtros
Para llegar a los filtros de carbón activo, primero tendrás que quitar los filtros metálicos que atrapan la grasa. Aquí te dejo unas indicaciones generales:

  • Si tienes filtros tipo disco, inclínalos 90 grados y sácalos del soporte (si quieres, consulta el manual del fabricante para ver imágenes que te ayuden).
  • En caso de que tu campana tenga filtros tipo cartucho con muelles, comprime los muelles para liberar y sacar el filtro.
  • Si los filtros cartucho están sujetos con una abrazadera y una perilla, desenrosca la perilla, quita la abrazadera y luego levanta el filtro de carbón activo.

Revisa el estado de los filtros
Echa un vistazo a los filtros viejos. Si están muy manchados o huelen mal, es hora de cambiarlos sin dudarlo.

Cómo Cambiar los Filtros de tu Campana Smeg

  • Coloca los filtros nuevos: Toma el filtro de carbón activo nuevo y colócalo siguiendo los pasos que usaste para sacarlo, pero al revés. Asegúrate de que quede bien ajustado, sin que se mueva ni quede flojo.

  • Aprovecha para limpiar los filtros metálicos: Ya que tienes los filtros fuera, es un buen momento para darle una limpieza a los filtros metálicos de grasa. Puedes lavarlos con agua tibia y jabón o meterlos en el lavavajillas, según prefieras.

  • Vuelve a montar todo: Cuando los filtros estén limpios y el nuevo filtro de carbón esté en su lugar, vuelve a colocar los filtros metálicos asegurándote de que queden bien fijos.

  • Conecta la campana: Por último, vuelve a enchufar la campana extractora para que funcione de nuevo.

No olvides el mantenimiento

Después de cambiar los filtros, pon una alarma o recordatorio para revisarlos y cambiarlos otra vez en seis meses. Mantenerlos al día ayuda a que tu campana Smeg funcione mejor, eliminando olores y mejorando la calidad del aire en tu cocina.

En resumen

Cambiar los filtros de carbón activo en tu campana Smeg es más sencillo de lo que parece y hace una gran diferencia en tu espacio de cocina. Siguiendo estos pasos, te aseguras de que tu campana siga trabajando al máximo y mantenga el aire fresco mientras cocinas.

Si en algún momento te encuentras con algún problema o necesitas ayuda con alguna parte específica, no dudes en contactar a un distribuidor autorizado de Smeg. Ellos están ahí para echarte una mano cuando lo necesites. Además, mantener tu cocina en buen estado con un mantenimiento regular no solo la mantiene limpia y fresca, sino que también te permite dedicar más tiempo a lo que realmente disfrutas: ¡cocinar!