Consejos Prácticos

Guía práctica para cambiar piezas en refrigeradores Liebherr

Guía práctica para cambiar piezas en un frigorífico Liebherr

Si tu frigorífico Liebherr te está dando problemas, no te preocupes, no eres el único. A veces, cambiar alguna pieza puede parecer complicado, pero con esta guía te lo pondremos más fácil para que sepas qué hacer y cómo hacerlo sin líos.

Piezas que suelen necesitar reemplazo

  • Estantes y bandejas de la puerta: Son clave para mantener todo ordenado y que el aire circule bien. Con el tiempo, pueden romperse o simplemente necesitar un cambio de lugar.
  • Cajones: Los frigoríficos suelen tener varios cajones para diferentes tipos de alimentos. Si alguno se rompe o agrieta, no hay problema, se puede cambiar sin complicaciones.
  • Filtros: El filtro de carbón FreshAir es el que ayuda a que el aire dentro del frigorífico esté siempre fresco. Lo ideal es cambiarlo cada seis meses para que funcione bien.
  • Máquinas de hielo y depósitos de agua: Si tu modelo tiene máquina de hielo, puede que alguna pieza necesite ser reemplazada si deja de funcionar correctamente.
  • Juntas y sellos: La goma que sella la puerta es fundamental para que el frío no se escape y el aparato no gaste más energía de la cuenta. Si está desgastada, cambiarla es sencillo y no necesitas herramientas especiales.

¿Quieres que te ayude a detallar cómo hacer cada cambio paso a paso?

Cómo Cambiar Estantes, Cajones y Otros Componentes del Refrigerador

  1. Sacar y poner los estantes de la puerta

    • Para quitar un estante, simplemente tira de él hacia afuera mientras lo levantas un poco. Para volver a colocarlo, deslízalo en las ranuras correspondientes hasta que quede bien fijo.
  2. Cambiar los cajones

    • Según el modelo que tengas, puede que necesites levantar el cajón y sacarlo o inclinarlo un poco para sacarlo. Para poner uno nuevo, alinea el cajón con las guías y empújalo hasta que escuches un clic que indica que está en su lugar.
  3. Reemplazar el filtro de carbono FreshAir

    • El filtro está en un compartimento justo encima del ventilador. Solo tienes que sacar el filtro viejo y meter el nuevo hasta que encaje con un clic.
  4. Arreglar la máquina de hielo y el tanque de agua

    • Para sacar la máquina de hielo, normalmente tendrás que aflojar un par de tornillos o soltar unas pestañas. En cuanto al tanque de agua, levántalo, llénalo y vuelve a colocarlo siguiendo las indicaciones del manual.
  5. Cambiar la junta y el sello

    • Quita con cuidado la junta vieja tirando de ella fuera de la ranura. Luego, coloca la nueva asegurándote de que quede bien ajustada y firme en todo el contorno.

Solución de Problemas Comunes

  • Problemas con la temperatura
    • Si notas que el refrigerador no enfría lo suficiente, revisa que las salidas de aire dentro del aparato no estén bloqueadas. A veces, un simple bloqueo puede afectar mucho el rendimiento.

Revisa el sello de la puerta

No olvides echar un vistazo al sello de la puerta para asegurarte de que esté en buen estado y sin daños.

Ruidos extraños

Si escuchas sonidos raros, revisa que nada dentro del refrigerador esté tocando las paredes traseras, porque eso puede provocar vibraciones molestas.

Consejos para evitar reparaciones

Mantén el interior limpio y asegúrate de que las rejillas de ventilación estén libres de polvo o cualquier obstáculo. Cambia el filtro FreshAir según las indicaciones para que el aire se mantenga fresco y saludable. También es importante vigilar que los sellos de las puertas no estén deformados o rotos.

Cuándo llamar al servicio técnico

Aunque muchas reparaciones las puedes hacer tú mismo, hay momentos en que es mejor pedir ayuda. Si el aparato presenta fallos técnicos o muestra códigos de error persistentes, lo más recomendable es contactar con el servicio de atención al cliente de Liebherr. Ellos te orientarán y, si es necesario, enviarán a un técnico.

Reflexión final

Ya sea que necesites cambiar una simple repisa o solucionar problemas más complejos, conocer bien tu refrigerador Liebherr y cómo cuidarlo te da el poder de resolver muchos inconvenientes comunes. Un mantenimiento regular no solo alarga la vida del equipo, sino que también evita que tengas que hacer reparaciones frecuentes, ahorrándote tiempo y dinero a largo plazo.

Si tienes alguna duda, lo mejor es que eches un vistazo al manual de usuario o que consultes con un experto. Así evitas cualquier problema o accidente que pueda surgir. La verdad, más vale prevenir que lamentar, ¿no?