Consejos Prácticos

Garantiza el Umbral Ideal para Instalar tu Nevera Smeg

Cómo Asegurar un Umbral Adecuado para la Instalación de tu Nevera Smeg

Colocar bien tu nevera es clave para que funcione de maravilla y dure mucho tiempo. Si tienes una Smeg, por ejemplo el modelo Universale, es fundamental que la instales con cuidado desde el principio, prestando atención a detalles como el umbral o el espacio que la rodea. Te dejo una guía sencilla para que sepas cómo hacerlo bien.

Antes de Empezar

  • Requisitos de Voltaje: Tu nevera Smeg necesita funcionar con un voltaje de 220-240 V y una frecuencia de 50 Hz. Asegúrate de que el enchufe donde la vas a conectar cumple con estas especificaciones.

  • Ubicación: Evita ponerla bajo la luz directa del sol o cerca de fuentes de calor como estufas o radiadores. Lo ideal es dejar al menos 50 cm de distancia para que no sufra. Y ojo, no es para usarla al aire libre ni exponerla a la lluvia.

Espacios y Ventilación

Para que tu nevera respire bien y trabaje sin problemas, sigue estas recomendaciones de espacio:

  • Encima de la nevera: Deja un espacio libre de al menos 15 cm para que el calor pueda salir.

  • A los lados: Mantén un mínimo de 2 cm entre la nevera y los muebles o paredes cercanas.

La verdad, a veces uno no le da mucha importancia a estos detalles, pero más vale prevenir que curar. Así evitas problemas y alargas la vida de tu electrodoméstico.

Espacio y nivelación para tu nevera

  • Espacio detrás de la nevera: Lo ideal es dejar un hueco de no más de 7,5 cm entre la parte trasera del frigorífico y la pared. Esto ayuda a que el aire circule bien y evita que se caliente demasiado.

  • Frigorífico junto al congelador: Si tienes el frigorífico pegado a un congelador profundo, deja al menos 2 cm de espacio entre ellos. Así evitas que se acumule humedad y problemas de condensación.

  • Nivelar el electrodoméstico: Es súper importante que la nevera esté bien nivelada para que funcione correctamente. Para lograrlo, ajusta las patas delanteras girándolas hacia un lado u otro hasta que la nevera quede firme y sin tambalearse.

    Esto no solo mejora la eficiencia del enfriamiento, sino que también protege el compresor de desgastes innecesarios.

  • Errores comunes al instalar:

    • No bloquees las salidas de ventilación; deben estar siempre libres para que el aire circule.
    • No llenes la nevera más de la cuenta, porque si está demasiado cargada, el aire no circula bien y el frío no se distribuye como debe.

La verdad, a veces uno no le da mucha importancia a estos detalles, pero más vale prevenir que curar para que tu nevera dure y funcione de maravilla.

Espacio para los cables

Asegúrate de que el cable de alimentación no quede atrapado ni se dañe durante la instalación; debe tener libertad para moverse sin problemas.

Limpieza antes de usar

Antes de enchufar tu nevera, es fundamental que esté limpia:

  • Pasa un paño con agua tibia y una cucharadita de bicarbonato de sodio por todas las superficies.
  • Luego enjuaga con agua limpia y seca bien.
    Este pequeño ritual ayuda a eliminar cualquier olor que pueda haber quedado por el transporte o almacenamiento.

Encendido inicial

Antes de empezar a usar la nevera por primera vez:

  • Déjala en posición vertical al menos 3 horas después de moverla.
  • Este tiempo es clave para que el refrigerante se asiente y el compresor funcione bien.
  • Puede que notes un olor leve al encenderla por primera vez, pero no te preocupes, es normal y desaparecerá pronto.

Mantenimiento regular

Una vez instalada, cuidar tu nevera es igual de importante. Aquí te dejo algunos consejos:

  • Limpieza frecuente: limpia las superficies con detergentes adecuados de forma periódica.
  • Cuida el condensador: límpialo al menos dos veces al año para que rinda mejor.
  • Revisa la temperatura: ajusta la temperatura según la cantidad de comida y la temperatura ambiente para que todo se conserve perfecto.

Conclusión

Para cerrar, es fundamental que tu nevera Smeg tenga el espacio adecuado para funcionar de maravilla. Piensa en dejar el espacio justo, mantenerla bien nivelada, evitar que algo la bloquee y hacerle un mantenimiento regular. Así, no solo alargarás su vida útil, sino que también mejorarás su rendimiento día a día. Y ojo, no olvides echar un vistazo al manual, porque cada modelo tiene sus propias recomendaciones y detalles que conviene seguir al pie de la letra.