Cómo enseñar a los peques a saltar seguros en una cama elástica EXIT
Saltar en una cama elástica es una fuente inagotable de diversión y ejercicio para los niños, pero ojo, la seguridad siempre debe estar por delante. Cuando hablamos de una cama elástica EXIT, es fundamental que los niños aprendan técnicas seguras para evitar accidentes y lesiones. Te cuento cómo inculcarles buenos hábitos para que la experiencia sea divertida y, sobre todo, segura.
Lo básico para usar la cama elástica sin riesgos
Antes de lanzarse a saltar, es súper importante que los niños entiendan unas reglas básicas de seguridad. Aquí te dejo las más importantes para que se las transmitas:
- Supervisión constante: Nunca dejes a los niños solos mientras saltan. Un adulto siempre debe estar pendiente para guiarlos y evitar problemas.
- Un saltador a la vez: Para evitar choques y caídas, solo debe haber un niño saltando en la cama elástica en cada momento.
- Revisión previa: Antes de usarla, échale un vistazo para asegurarte de que no haya partes rotas o faltantes. Si algo no está bien, mejor no usarla.
- Salta en el centro: Anima a los niños a mantenerse en el centro de la lona para evitar caídas por los bordes o golpes con el marco.
- Nada de piruetas peligrosas: Aunque a veces parezca divertido, los saltos con volteretas o acrobacias pueden ser muy peligrosos si no se hacen bien, así que mejor evitarlos.
Con estos consejos, la diversión está garantizada y los sustos, fuera de juego.
Cómo enseñar a los niños a saltar con seguridad
Antes de lanzarse a saltar, lo primero es que los peques entiendan bien las reglas básicas de seguridad. Una vez que eso está claro, podemos empezar a mostrarles cómo hacerlo de forma segura y divertida. Aquí te dejo algunas técnicas para que les sea más fácil empezar:
-
El rebote básico
Ponte de pie con los pies separados a la altura de los hombros. La idea es saltar hacia arriba y hacia abajo manteniendo los brazos pegados al cuerpo para no perder el equilibrio. Cuando aterricen, que lo hagan con los pies en la misma posición para no tambalearse. -
Controlando el rebote
Enséñales a flexionar un poco las rodillas al caer. Esto ayuda a amortiguar el golpe y a recuperar el control del cuerpo. Lo importante es que aprendan a aterrizar suave y con seguridad. -
La caída de rodillas
Empieza con un rebote bajito. Que caigan sobre las rodillas manteniendo la espalda recta y usen los brazos para no perder el equilibrio. Luego, deben impulsarse con la energía que les da el trampolín para volver a ponerse de pie. -
La caída sentada
Igual que antes, con un rebote bajo, pero esta vez que aterricen sentados, con las piernas estiradas hacia adelante. Desde ahí, se empujan con las manos para levantarse y prepararse para el siguiente salto. -
Habilidades avanzadas
Solo cuando dominen bien lo básico, pueden intentar movimientos más complicados como las caídas de frente. Y ojo, lo mejor es contar con un instructor profesional para que les guíe y evite accidentes.
La verdad, con paciencia y práctica, los niños pueden aprender a saltar con confianza y sin riesgos. ¡Más vale prevenir que curar!
La importancia de usar el equipo adecuado
Cuando los niños saltan en el trampolín, es fundamental que lleven la ropa correcta. Lo ideal es que usen calcetines, zapatillas de gimnasia o incluso que estén descalzos. Evita que usen zapatos que puedan dañar la lona o que reduzcan el agarre, porque eso puede ser peligroso.
Precauciones extra
- Nada de distracciones: Asegúrate de que no haya objetos sueltos, mascotas o personas cerca o debajo del trampolín mientras los niños están saltando.
- Condiciones climáticas: Nunca permitas que se use el trampolín si está mojado por la lluvia o si hace mucho viento. Las superficies húmedas son resbaladizas y pueden provocar caídas.
- Tiempo limitado: Es bueno que los niños hagan pausas frecuentes para evitar que se cansen demasiado, ya que el cansancio aumenta el riesgo de accidentes.
Mantenimiento y revisiones regulares
Enseña tanto a los niños como a los adultos que los supervisan a revisar el trampolín con frecuencia. Hay que fijarse en el estado de la lona, los resortes y las protecciones. Mantener el trampolín en buen estado es clave para que sea seguro, y si está dañado, lo mejor es no usarlo hasta arreglarlo.
Crear un entorno seguro
Cuando instales el trampolín, procura que esté sobre una superficie nivelada, preferiblemente césped, para amortiguar mejor cualquier caída o impacto.
-
Es fundamental que alrededor del trampolín haya un espacio libre de al menos 2 metros, sin obstáculos como cercas o árboles que puedan representar un peligro.
-
Saltar en trampolín es una actividad fantástica para los niños, ya que fomenta el ejercicio físico y el juego al aire libre.
-
Enseñarles las técnicas adecuadas para saltar y las normas específicas de seguridad para un trampolín EXIT es clave para que se diviertan sin riesgos.
-
La seguridad siempre debe ser la prioridad número uno. Así que, ¡a disfrutar del rebote con tranquilidad!