Consejos Prácticos

Eficiencia energética con campanas Smeg: guía práctica

Cómo cuidar la eficiencia energética de tu campana Smeg

Si tienes una campana Smeg en tu cocina, seguro que ya sabes lo bien que funciona para mantener el aire limpio y libre de olores molestos. Pero, ¿sabías que con unos cuantos cuidados puedes hacer que siga siendo eficiente y que no consuma más energía de la necesaria? Aquí te dejo algunos consejos prácticos para sacarle el máximo partido a tu campana y ahorrar energía.

Conoce bien tu campana

La campana, como la de Smeg, está diseñada para eliminar humo, grasa y olores del ambiente mientras cocinas. Para que funcione a tope y sin desperdiciar energía, es importante entender sus partes principales:

  • Ventilador extractor: Es el corazón de la campana, el que se encarga de absorber el aire y filtrar las impurezas.
  • Filtros: Necesitan limpieza frecuente o cambio para que la campana no pierda potencia.
  • Iluminación: Las luces te ayudan a ver bien mientras cocinas, pero ojo, si las dejas encendidas sin necesidad, pueden gastar energía de más.

La importancia de una buena instalación

Para que tu campana sea realmente eficiente, la instalación debe estar bien hecha. Una colocación adecuada asegura que el aire se extraiga correctamente y que no haya fugas que hagan que el ventilador trabaje más de la cuenta, aumentando el consumo eléctrico.

Puntos clave para tener en cuenta

  • Distancia de los electrodomésticos de cocina: Es fundamental respetar la distancia recomendada entre la campana y otros aparatos, tal como indica el manual de instalación. Si tu cocina tiene una placa de gas, fíjate bien en las medidas específicas para la campana extractora y no las pases por alto.

  • Tamaño adecuado del conducto: Para que la campana funcione de maravilla, lo ideal es usar un conducto con un diámetro mínimo de 120 mm. Si el conducto es más pequeño, la resistencia aumenta y el motor tendrá que esforzarse más, lo que se traduce en un mayor consumo de energía.

  • Mantenimiento regular

    • Limpieza de filtros:

      • Filtro tipo esponja: Puedes lavarlo en el lavavajillas al menos cada cuatro meses. Eso sí, después de unas cinco lavadas, es mejor cambiarlo por uno nuevo.
      • Filtros de grasa: Estos conviene limpiarlos cada dos meses, o con más frecuencia si usas mucho la cocina. También se pueden meter en el lavavajillas sin problema.
    • Limpieza de la campana: Pasa un paño húmedo con un detergente neutro para mantenerla limpia y que siga funcionando bien. Es un truco sencillo que ayuda a que tu campana luzca genial y rinda al máximo.

    • Reemplazo de piezas dañadas: Si notas que el cable de alimentación o cualquier otra parte de la campana está estropeada, cámbiala cuanto antes. Usar un aparato en mal estado no solo gasta más energía, sino que puede ser peligroso.

La verdad, mantener tu campana en buen estado no es complicado, pero sí hace una gran diferencia en su rendimiento y seguridad. Más vale prevenir que lamentar, ¿no crees?

Cómo sacar el máximo provecho a tu campana de cocina

  • Elige la velocidad adecuada: Tómate un momento para conocer las distintas velocidades que tiene tu campana. Para cocinar cosas ligeras, con una velocidad baja basta, y guarda las más potentes para cuando estés friendo o haciendo platos que suelten mucho humo.

  • No abuses del máximo: Si vas a cocinar con fuego fuerte, como al freír, no dejes la campana a tope más tiempo del necesario. Lo ideal es encenderla justo antes de empezar y apagarla poco después de terminar. Así evitas gastar energía de más.

  • Aprovecha la función 24 horas: Muchas campanas tienen una opción que las hace funcionar a baja velocidad en intervalos cortos durante todo el día. Esto ayuda a mantener el aire limpio sin que se dispare el consumo eléctrico.

  • Cuidado con otros aparatos: Si usas la campana junto con estufas de gas u otros electrodomésticos que no sean eléctricos, asegúrate de que la cocina esté bien ventilada. Esto no solo evita que se acumulen gases peligrosos, sino que también ayuda a que la campana trabaje mejor y sin desperdiciar energía.

  • Revisa las conexiones eléctricas: Es fundamental que las conexiones estén bien hechas y cumplan con las normas. Un cableado defectuoso puede hacer que la campana consuma más electricidad de la cuenta. Además, asegúrate de que la toma de tierra esté en buen estado para que todo funcione seguro y sin problemas.

Conclusión

Cuidar la eficiencia energética de tu campana de cocina Smeg no es tan complicado como parece. La clave está en mantenerla con regularidad, usarla de forma adecuada y elegir bien dónde y cómo instalarla. Si sigues estos consejos, tu campana funcionará de maravilla y evitarás gastar energía de más.

Además, darle un mantenimiento constante no solo mejora su rendimiento, sino que también alarga su vida útil. Así, tu inversión en la cocina vale mucho más y te acompaña por más tiempo.

Al final del día, aplicar estos principios sencillos no solo ayuda a que el ambiente de tu cocina sea más agradable, sino que también se refleja en la factura de la luz. Y eso siempre es un alivio, ¿no? Disfruta de un espacio fresco para cocinar sin preocuparte por costos extras.