Cómo cuidar tu trampolín EXIT en invierno
Si tienes un trampolín, especialmente uno de la marca EXIT, es fundamental saber cómo protegerlo cuando llegan los meses fríos. Cuidarlo bien en invierno no solo alarga su vida útil, sino que también garantiza que siga siendo seguro para todos los que lo usan.
¿Por qué es tan importante el cuidado invernal?
El frío, la nieve y el hielo pueden pasar factura a tu trampolín. Cuando la nieve se acumula, añade peso extra que puede dañar la estructura o la lona. Además, el hielo y la escarcha hacen que la superficie se vuelva resbaladiza y pueden desgastar el material si no se guarda o mantiene correctamente.
Pasos para proteger tu trampolín en invierno
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Quita la nieve con frecuencia: No dejes que la nieve se acumule mucho tiempo. Lo mejor es usar una escoba suave para barrerla con cuidado y evitar que el peso dañe la lona. ¡Ojo! No uses objetos punzantes que puedan rasgarla.
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Guarda la lona y la red de seguridad: Si sabes que no vas a usar el trampolín durante el invierno, lo ideal es desmontar la lona y la red protectora. Guárdalas en un lugar seco y resguardado para que no sufran por el frío o la humedad.
Así, con estos consejos sencillos, tu trampolín estará listo para volver a la acción cuando llegue la primavera. Más vale prevenir que lamentar, ¿no crees?
Revisa el trampolín para detectar daños:
Antes de que llegue el invierno y justo después de quitar la nieve, date una vuelta por el trampolín para ver si tiene algún desperfecto. Fíjate bien en el tapiz, busca rasgaduras o desgastes, revisa que las protecciones de seguridad no estén rotas o deshilachadas, y no olvides echar un ojo al armazón para detectar óxido o corrosión. Si ves algo raro, mejor arreglarlo antes de volver a usarlo en primavera.
Cambia de lugar el trampolín si puedes:
Si tienes la opción, mueve el trampolín a un sitio más resguardado, como cerca de una pared o una cerca, para que no sufra tanto con los vientos fuertes del invierno. Y si el clima se pone muy feo, lo más seguro es desmontarlo por completo.
Asegura bien el trampolín:
Cuando el viento sopla fuerte, es clave que el trampolín esté bien sujeto para que no salga volando. Puedes usar pesos o estacas atadas al marco para mantenerlo firme y en su sitio.
Cubre el trampolín:
Si tu trampolín tiene una funda protectora, no dudes en usarla. Esta cubierta ayuda a proteger el tapiz y los resortes de la lluvia, la nieve y el frío, manteniéndolos en buen estado hasta que llegue la primavera.
Frecuencia recomendada para el mantenimiento:
Hazte el hábito de revisar el trampolín cada pocas semanas durante el invierno. Así podrás detectar cualquier problema a tiempo y arreglarlo antes de que se complique más.
Conclusión
Si sigues estos consejos para cuidar tu trampolín EXIT durante el invierno, estarás ayudando a que se mantenga en buen estado y seguro para cuando quieras usarlo de nuevo. Sé que el mantenimiento en esta época puede parecer un rollo, pero créeme, es clave para alargar la vida útil del trampolín y garantizar que todos los que salten estén protegidos.
Si después del invierno tienes dudas o necesitas piezas de repuesto, no te preocupes: muchos distribuidores autorizados de EXIT están listos para echarte una mano. Al final, dedicarle un poco de tiempo a su cuidado se traduce en saltos más seguros y divertidos cuando vuelva el buen tiempo. ¡Más vale prevenir que curar!