Cómo controlar el ruido de la campana de la cocina
Cuando cocinas, la campana es un aliado fundamental. No solo ayuda a eliminar esos olores y humos que se generan, sino que también combate el calor que se acumula mientras preparas tus platos. Sin embargo, a veces puede hacer un ruido que resulta un poco molesto. Si tienes una campana Smeg y quieres saber cómo manejar el volumen de sonido, aquí te dejo algunos consejos prácticos basados en lo que recomienda el fabricante.
Entendiendo el ruido
Cada campana tiene su propio nivel de ruido, que varía según su diseño y cómo la uses. Por ejemplo, si la pones a máxima potencia, claro que va a sonar más fuerte que si la usas en modo bajo.
Elige la velocidad adecuada
Para controlar el ruido de forma efectiva, sigue estos pasos:
- Empieza con la velocidad mínima: Cuando empiezas a cocinar, pon la campana en la potencia más baja. Así reduces el ruido y, muchas veces, es suficiente para eliminar olores suaves y vapor.
- Sube la velocidad solo si es necesario: Si ves que hay mucho humo o vapor, ve aumentando la potencia poco a poco. La máxima velocidad déjala para cuando realmente haga falta, en situaciones extremas.
La verdad, más vale prevenir que curar: usar la campana a baja velocidad siempre que puedas te ahorra ruido y energía.
Consejos para usar y mantener la campana extractora
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Deja la campana encendida un rato después de cocinar: No hace falta que la pongas a toda potencia ni que haga mucho ruido. Simplemente déjala funcionando unos minutos más para que se lleve esos olores que quedan en el aire.
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La instalación importa y mucho:
- Tamaño del conducto: Usa el diámetro máximo que recomienda el manual. Un conducto más grande ayuda a que el aire circule mejor y la campana no tenga que esforzarse tanto, lo que reduce el ruido.
- Ubicación correcta: Coloca la campana a la altura adecuada sobre la cocina. Para cocinas eléctricas, lo ideal es que esté al menos a 50 cm, y para las de gas, unos 65 cm. Si la pones muy cerca o muy lejos, no extraerá bien y puede hacer más ruido.
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Mantén la campana limpia para que no suene más de la cuenta:
- Los filtros sucios son los principales culpables del ruido extra. Cuando se llenan de grasa, el motor tiene que trabajar más duro y eso se nota.
- Limpia el filtro de grasa al menos una vez al mes. Puedes hacerlo a mano o meterlo en el lavavajillas con un programa suave y a baja temperatura.
La verdad, con estos trucos tu campana funcionará mejor y sin molestar con ruidos innecesarios. Más vale prevenir que curar, ¿no?
Cambio del filtro de carbón
Si tu campana tiene filtros de carbón, acuérdate de cambiarlos cada cuatro meses. Esto no solo ayuda a mantener a raya los olores, sino que también evita que el aparato tenga que esforzarse más de la cuenta.
Limpieza de la campana
No olvides limpiar tanto el exterior como el interior de la campana con regularidad. Usa un paño húmedo y un detergente suave, nada de productos abrasivos ni alcohol, porque pueden estropearla.
Errores comunes que conviene evitar
- No bloquees la salida de aire: Si tapas las salidas, la campana hará más ruido y funcionará peor.
- No hagas modificaciones: No toques ni el sistema eléctrico ni las partes mecánicas ni los conductos. Cambiar estas cosas puede causar ruidos molestos y, lo que es peor, problemas de seguridad.
- Usa bien los componentes: Asegúrate de que todas las piezas y accesorios estén instalados correctamente. Por ejemplo, una válvula antirretorno puede evitar que entre aire del exterior y cause ruidos.
En resumen
Para controlar el ruido de la campana mientras cocinas, lo más importante es ajustarla bien, mantenerla limpia y usarla correctamente desde el principio.
Si aprendes a usar la campana de la cocina de forma inteligente y sigues algunos consejos prácticos, podrás disfrutar de un ambiente más tranquilo mientras cocinas, sin perder ni un ápice de eficacia. Eso sí, nunca está de más echar un vistazo a las instrucciones del fabricante para asegurarte de que la usas de la mejor manera posible. Así, tu cocina seguirá siendo ese lugar agradable donde crear tus platos favoritos sin estrés ni ruidos molestos.