Consejos para Mantener tu Lavavajillas ASKO en Perfecto Estado
Cuidar bien de tu lavavajillas ASKO es fundamental para que funcione de manera eficiente y te dure muchos años. No solo mejora su rendimiento, sino que también alarga la vida útil del aparato. Aquí te dejo algunos consejos prácticos para que tu lavavajillas siempre esté a punto.
- Revisa y Ajusta la Dureza del Agua
La calidad del agua es clave para que el lavado sea efectivo. Si la dureza del agua supera los 5°dH (9°fH), es importante que la suavices. El agua dura puede dejar esas molestas manchas blancas en los platos y dentro del lavavajillas.
Tip: Pregunta en la compañía de agua local cuál es la dureza del agua en tu zona y ajusta el suavizador incorporado en tu lavavajillas según sea necesario.
- Usa Detergentes Específicos para Lavavajillas
Evita usar productos de limpieza domésticos o jabón para platos, ya que generan demasiada espuma y afectan el rendimiento.
Tip: Para obtener los mejores resultados, combina detergente, abrillantador y sal, especialmente si tienes agua dura.
- Mantén Siempre Llenos el Abrillantador y la Sal
No olvides rellenar regularmente el abrillantador, que ayuda a que los platos se sequen mejor, y la sal, que es vital para que el suavizador de agua funcione correctamente.
Cómo rellenar los productos del lavavajillas
- Abre la tapa del compartimento para el abrillantador y llénalo hasta la línea máxima indicada. Para la sal, quita la tapa del compartimento y añade sal hasta que esté lleno. La primera vez que uses la sal, es recomendable añadir también aproximadamente un litro de agua junto con ella.
Limpieza de los filtros
Tu lavavajillas cuenta con dos tipos de filtros: uno grueso y otro fino. Es importante limpiarlos con regularidad para evitar atascos que puedan afectar el rendimiento del aparato.
Pasos para limpiar:
- Saca el filtro grueso y vacíalo.
- Gira el filtro fino en sentido contrario a las agujas del reloj para retirarlo.
- Enjuágalo con agua tibia y vuelve a colocarlo en su sitio.
Revisión de los brazos rociadores
Si los brazos rociadores están bloqueados, la limpieza no será efectiva. Retíralos y revisa que no haya restos de comida o suciedad en los agujeros.
Para limpiar:
- Usa un alfiler o un cepillo pequeño para eliminar cualquier obstrucción.
- Asegúrate de volver a colocar los brazos firmemente después de la limpieza.
Usa el ciclo de autolimpieza
Ejecutar un ciclo de autolimpieza es una excelente forma de mantener el interior del lavavajillas y los brazos rociadores libres de residuos y cal.
Instrucciones:
- Utiliza detergente normal para lavavajillas o ácido cítrico.
- Pon el lavavajillas vacío y activa el ciclo de autolimpieza.
Optimiza la carga
La manera en que colocas los platos y utensilios dentro del lavavajillas influye mucho en su eficacia. ¡No lo subestimes!
Consejos para cargar y cuidar tu lavavajillas
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Asegúrate de que los platos no bloqueen los brazos rociadores y que todas las superficies sucias estén mirando hacia abajo o hacia adentro. Esto ayuda a que el agua llegue a todos lados y la limpieza sea más efectiva.
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Coloca los objetos más grandes en la cesta inferior y los más pequeños en la superior. Usa bien el cesto para cubiertos, evitando que las cucharas y tenedores se amontonen o encajen unos dentro de otros.
Revisión periódica del equipo
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Mantén un ojo en el estado general de tu lavavajillas. Revisa la manguera de desagüe y la conexión eléctrica para detectar cualquier desgaste o daño.
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¿Qué debes buscar? Que la manguera no tenga dobleces que impidan el paso del agua y que los cables estén bien conectados y sin holguras.
Desatascar el sistema de drenaje
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Si notas que queda agua después de un ciclo, puede que haya un bloqueo en el sistema de desagüe.
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Para solucionarlo, apaga la máquina y saca los filtros. Luego, quita la tapa amarilla de la bomba de desagüe para limpiar cualquier resto que esté obstruyendo.
Usa programas ecológicos
- Siempre que puedas, opta por el programa Eco. Consume menos agua y energía, y es perfecto para platos con suciedad normal.
Revisa el sello de la puerta
- Para evitar fugas, mantén el sello de la puerta limpio. Pásale un paño húmedo regularmente y evita productos agresivos que puedan dañarlo.
Mantén el Exterior Impecable
Pasa un paño húmedo por la parte externa de tu lavavajillas para que siempre luzca como nuevo y evitar que se acumule suciedad o residuos.
En resumen
Si sigues estos consejos para cuidar tu lavavajillas ASKO, estarás asegurando que funcione de manera óptima y dure mucho más tiempo. Hacer un mantenimiento regular no solo mejora la limpieza de tus platos, sino que también ayuda a que el aparato consuma menos energía y sea más respetuoso con el medio ambiente. La verdad, dedicar un poco de tiempo a mimar tu lavavajillas puede ahorrarte dinero y darte mejores resultados en la cocina.