Cómo asegurarte de que colocas bien los platos en tu lavavajillas AEG
Si tienes un lavavajillas AEG y quieres sacarle el máximo partido para que tus platos queden impecables, estás en el lugar indicado. Colocar bien la vajilla no solo mejora la limpieza, sino que también ayuda a que el aparato funcione de manera más eficiente. Aquí te dejo algunos consejos prácticos para que revises que todo está en su sitio cuando uses tu lavavajillas AEG.
Conoce las cestas y cómo organizarlas
Los lavavajillas AEG suelen venir con varias cestas diseñadas para distintos tipos de utensilios. Te cuento cómo aprovecharlas al máximo:
- Cesta superior
- Qué poner: Perfecta para objetos ligeros como vasos, tazas y cuencos pequeños.
- Cómo colocarlos: Ponlos boca abajo para que el agua pueda circular sin problemas.
- Cuidado con la cantidad: No los amontones demasiado, porque si están muy apretados, los brazos rociadores no girarán bien y la limpieza se verá afectada.
- Cesta inferior
- Qué poner: Aquí van los platos grandes, ollas y fuentes.
- Cómo organizarlos: Asegúrate de que los cuencos y recipientes profundos estén inclinados hacia el centro y no bloqueen los brazos rociadores.
- Precaución con objetos punzantes: Los cuchillos y otros utensilios afilados deben colocarse con la punta hacia abajo o en posición horizontal para evitar accidentes.
La verdad, con un poco de práctica, verás que colocar bien la vajilla es más sencillo de lo que parece y los resultados te sorprenderán. ¡Más vale prevenir que curar!
Cajón para Cubiertos
- Cómo cargarlo: Distribuye los cubiertos en los compartimentos que trae el cajón para que no se amontonen ni se peguen entre sí.
- Solo cubiertos: Evita meter otros objetos que no sean utensilios, ya que podrían bloquear el mecanismo y afectar el lavado.
Consejos para colocar los platos y utensilios
Para que tu lavavajillas deje todo bien limpio, ten en cuenta estas recomendaciones al momento de cargarlo:
- Objetos huecos: Pon ollas, tazones y vasos con la boca hacia abajo para que no se acumule agua dentro.
- Deja espacio: Los objetos no deben tocarse entre sí, porque eso dificulta que el agua y el detergente lleguen a todas las superficies.
- No bloquees los brazos rociadores: Asegúrate de que nada impida el movimiento de los brazos que lanzan el agua, tanto en la bandeja superior como en la inferior.
Evita que se monten unos sobre otros
- Organiza bien: Coloca los platos en la rejilla de abajo y deja espacio entre ellos para que el agua circule sin problemas.
- No obstruyas el brazo superior: Los objetos en la bandeja inferior no deben tapar el brazo rociador de arriba; deben estar acomodados para que el agua fluya libremente.
Revisa que todo esté en orden después de cargar el lavavajillas
- Chequeo visual: Echa un vistazo a través de la puerta de cristal y asegúrate de que cada plato, vaso o cubierto esté bien colocado, sin que se toquen entre sí.
- Prueba los brazos rociadores: Gira manualmente los brazos para comprobar que puedan moverse sin problemas y que nada los esté bloqueando.
- Ajusta si hace falta: Si ves que algún objeto puede impedir el movimiento de los brazos, mejor reorganízalo antes de poner en marcha el ciclo de lavado.
¿Por qué es tan importante cargar bien el lavavajillas?
- Limpieza más efectiva: Así te aseguras de que el agua y el detergente lleguen a todos los rincones y que todo quede realmente limpio.
- Ahorro de energía y agua: Evitas tener que repetir ciclos porque la vajilla no quedó bien, lo que también cuida el medio ambiente y tu factura.
- Mayor vida útil del aparato: Evitas daños que pueden surgir por sobrecargar o bloquear partes del lavavajillas.
Siguiendo estos consejos sencillos, sacarás el máximo provecho a tu lavavajillas AEG, logrando que funcione de manera eficiente y sin contratiempos. ¡Feliz lavado!