Cómo usar el abrillantador en tu lavavajillas Smeg
Si acabas de comprar un lavavajillas Smeg o simplemente quieres mejorar los resultados de lavado, entender bien cómo usar el abrillantador es clave. Este producto es un aliado para que tus platos y vasos salgan sin manchas ni marcas de agua, y además, se sequen mejor después de cada ciclo.
¿Qué es el abrillantador?
El abrillantador es un líquido que ayuda a que el agua resbale con más facilidad sobre la vajilla. ¿Por qué es importante? Porque así evita que se formen gotitas que luego dejan esas molestas manchas o rayas en tus copas y platos. Usar abrillantador significa que tus utensilios quedarán más secos y con un acabado más limpio y brillante.
Cómo añadir el abrillantador
Agregar el abrillantador es muy sencillo, solo sigue estos pasos:
- Encuentra el dispensador de abrillantador: Abre la puerta del lavavajillas y busca el compartimento para el abrillantador, que normalmente está en el interior de la puerta, hacia el lado derecho.
- Abre el dispensador: Presiona y levanta la pestaña de la tapa para abrir el compartimento donde verterás el abrillantador.
Y listo, así de fácil es mantener tu lavavajillas Smeg en óptimas condiciones para que tus platos siempre luzcan impecables.
Cómo llenar y ajustar el abrillantador en tu lavavajillas
-
Llenar el dispensador: Vierte el abrillantador hasta la línea máxima que indica el depósito. Ojo, no te pases de la raya; si se derrama un poco, límpialo con un paño para evitar que se forme demasiada espuma en el próximo lavado.
-
Cerrar el dispensador: Una vez lleno, cierra bien la tapa hasta que escuches un clic, eso significa que está bien asegurado.
-
Cuándo rellenar el abrillantador: Fíjate en la luz indicadora del abrillantador en el panel de control de tu lavavajillas. Cuando se encienda, es señal de que el nivel está bajo y toca rellenar. Es buena idea revisar el nivel de vez en cuando para que tus platos siempre salgan perfectos.
-
Ajustar la dosis de abrillantador: Si notas que tus platos quedan con manchas o residuos, puede que necesites cambiar la cantidad que se dispensa:
- Entra en modo de ajuste: Mantén pulsado el botón de selección de programa hasta que la luz del indicador de sal parpadee.
- Selecciona la cantidad de abrillantador: Sigue pulsando el botón para recorrer las opciones de dosis, que suelen ir de 0 (apagado) a 6 (máximo).
Así, con un poco de cuidado y atención, tu lavavajillas funcionará siempre al máximo y tus platos quedarán relucientes.
Cómo ajustar la dosis correcta de abrillantador
Empieza siempre con la configuración predeterminada, que suele ser unos 5 ml. A partir de ahí, ve ajustando según cómo queden tus platos: si notas que están pegajosos o con rayas blancas, baja un poco la cantidad. En cambio, si ves manchas o marcas, sube la dosis del abrillantador.
Consejos para sacar el máximo provecho al abrillantador
-
Elige un abrillantador de calidad: No escatimes en esto, porque un buen producto marca la diferencia y te asegura resultados brillantes.
-
No te pases con la cantidad: Usar demasiado puede generar espuma de más y dejar residuos en la vajilla. Lo mejor es ir probando y ajustar según cómo salgan los platos.
-
Atento a los problemas comunes:
- Si tus vasos salen con manchas o una película, aumenta un poco el abrillantador.
- Si la vajilla queda pegajosa, reduce la dosis.
Siguiendo estos consejos y pasos, tu lavavajillas Smeg dejará tus platos relucientes después de cada lavado. ¡Disfruta de una limpieza sin complicaciones y una vajilla que brilla como nueva!