Cómo solucionar problemas cuando un lavavajillas Whirlpool no rocía agua

Cómo solucionar problemas cuando tu lavavajillas Whirlpool no rocía agua

Si notas que tu lavavajillas Whirlpool no está echando agua como debería, es normal que los platos salgan sucios y que te frustres un poco. Este problema puede deberse a varias cosas, desde el suministro de agua hasta bloqueos o incluso la forma en que cargas la máquina. Vamos a ver juntos las causas más comunes y qué puedes hacer para que tu lavavajillas vuelva a funcionar como nuevo.

Razones frecuentes por las que el agua no se rocía bien

• Brazos rociadores obstruidos: Estos brazos son los que reparten el agua durante el lavado. Si se tapan con restos de comida o acumulación de minerales, el agua no saldrá con fuerza ni en todas las direcciones.

• Filtros bloqueados: Los filtros evitan que los restos de comida vuelvan a circular, pero a veces se llenan demasiado y eso limita el paso del agua.

• Carga incorrecta: Si pones demasiados platos o los colocas mal, puedes impedir que los brazos rociadores giren y hagan su trabajo correctamente.

• Problemas con el suministro de agua: Si no entra agua al lavavajillas, obviamente no puede rociarla. Esto puede pasar si la manguera está doblada, la válvula de agua está cerrada o hay algún problema en la entrada de agua.

La verdad, a veces estos detalles pequeños son los que más complican el lavado, pero con un poco de paciencia y revisando estos puntos, seguro que lo solucionas rápido. Más vale prevenir que curar, ¿no?

Problemas comunes y soluciones para que tu lavavajillas vuelva a funcionar bien

Válvula de entrada de agua defectuosa: Esta pieza controla el agua que entra en la máquina. Si se estropea, el flujo de agua puede reducirse mucho o incluso detenerse por completo.

Configuraciones incorrectas: A veces, si eliges un programa que no usa bien los brazos rociadores, el lavado no será tan efectivo como debería.

Cómo hacer que los brazos rociadores vuelvan a funcionar

1. Revisa y limpia los brazos rociadores

   • Para sacarlos, con cuidado quita el brazo superior girando el anillo de bloqueo hacia la izquierda. El brazo inferior suele salir tirando suavemente.
   • Lávalos bajo el grifo y usa un palillo o un cepillo suave para destapar los agujeros tapados.
   • Vuelve a colocarlos bien después de limpiarlos.

2. Limpia el filtro

   • Saca el filtro que está en el fondo del lavavajillas.
   • Enjuágalo con agua para quitar restos de comida o suciedad.
   • Asegúrate de ponerlo en su lugar correctamente para que todo funcione bien.

3. Revisa cómo cargas los platos

   • Coloca los platos de forma que no bloqueen los brazos rociadores.
   • Evita que los objetos grandes impidan que el agua circule libremente.

4. Chequea el suministro de agua

   • Verifica que la válvula de entrada de agua esté abierta.
   • Asegúrate de que la manguera no esté doblada o aplastada, porque eso puede cortar el paso del agua.

Cómo solucionar problemas y mantener tu lavavajillas Whirlpool

• Endereza la manguera si hace falta: A veces la manguera se dobla o se enreda, y eso impide que el agua fluya bien. Dale una mirada y asegúrate de que esté recta para que el agua pueda circular sin problemas.

• Revisa la válvula de entrada de agua: Si ya chequeaste todo y el lavavajillas sigue sin rociar agua, puede que la válvula de entrada esté fallando. Este es un tema un poco más técnico, así que lo mejor es que un técnico especializado la revise o la cambie si es necesario.

• Verifica la configuración del lavavajillas: No siempre elegimos el ciclo correcto. Algunos programas no activan bien los brazos rociadores. Echa un vistazo a la tabla de programas en el manual para escoger el ciclo que mejor se adapte a la carga que tienes.

Consejos para un mantenimiento regular

• Limpieza mensual: Al menos una vez al mes, pon un ciclo de alta temperatura con un producto especial para lavavajillas. Esto ayuda a eliminar restos y evitar que se acumulen suciedad y malos olores.

• Inspecciona las mangueras: De vez en cuando revisa que las mangueras no tengan desgaste ni daños. Así evitas fugas o problemas mayores.

• Mantén los niveles adecuados de sal y abrillantador: Estos dos elementos son clave para que el lavavajillas funcione bien y para que la vajilla salga sin manchas ni rayas.

En resumen

Si tu lavavajillas Whirlpool no está rociando agua, probablemente alguna de estas causas sea la responsable. Con un mantenimiento constante y prestando atención a estos detalles, podrás mantener tu electrodoméstico en óptimas condiciones y evitar sorpresas desagradables.

Si ya probaste de todo y el problema sigue ahí, lo mejor es que te pongas en contacto con un técnico especializado o con el equipo de atención al cliente de Whirlpool. Ellos podrán darte una mano y ayudarte a resolverlo sin complicaciones.