Consejos Prácticos

Cómo rellenar la sal en tu lavavajillas: guía rápida y fácil

Cómo rellenar la sal en tu lavavajillas

Si usas lavavajillas y quieres que funcione de maravilla, mantenerlo al día es fundamental. Un punto clave en ese mantenimiento es asegurarte de que siempre tenga suficiente sal especial. Muchos modelos, como los de Siemens, necesitan esta sal para suavizar el agua dura y mejorar la limpieza.

¿Por qué usar sal especial? Pues, el agua del grifo suele tener minerales como calcio y magnesio que la hacen "dura". Esta dureza puede dejar restos de cal en tu lavavajillas y en la vajilla. Para evitarlo, el lavavajillas tiene un sistema que suaviza el agua, y para que funcione bien, necesita esa sal especial. La sal ayuda a regenerar la resina del sistema, lo que mejora la limpieza y alarga la vida del aparato.

¿Qué necesitas?

  • Sal especial para lavavajillas: no es la misma que la sal de mesa ni las pastillas de sal. La encuentras en supermercados o tiendas online.
  • Embudo (opcional, pero muy útil): te facilita echar la sal sin derramarla.

Así que ya sabes, mantener la sal al nivel correcto es más fácil de lo que parece y tu lavavajillas te lo agradecerá con platos más limpios y sin cal.

Cómo añadir sal al lavavajillas

  • Apaga el lavavajillas: Antes de empezar, asegúrate de que el aparato esté completamente apagado para evitar cualquier accidente.

  • Abre la puerta: Abre la puerta del lavavajillas y, si tienes platos en la cesta inferior, sácalos para tener espacio y comodidad.

  • Encuentra el dispensador de sal: Normalmente, el depósito de sal está en la parte baja del lavavajillas. Puede que tengas que desenroscar o desenganchar la tapa para acceder. Si no lo ves claro, échale un ojo al manual, que ahí suele venir bien explicado.

  • Llenado inicial: Si es la primera vez que pones sal, llena el depósito con agua hasta arriba antes de añadir la sal. Esto solo se hace la primera vez, no es necesario repetirlo cuando recargues.

  • Añade la sal: Vierte la sal especial para lavavajillas en el depósito. Para evitar derrames, puedes usar un embudo. Llena hasta la línea máxima que indica el compartimento, pero ojo, no te pases para que no se salga.

  • Cierra bien el dispensador: Una vez que hayas puesto la sal, asegúrate de cerrar la tapa con firmeza para que no se escape nada durante el lavado.

  • Pon en marcha un ciclo corto: Después de añadir la sal, es buena idea hacer un ciclo rápido para eliminar cualquier resto de sal que haya podido quedar suelta.

Así de sencillo es mantener tu lavavajillas en forma y evitar problemas con la dureza del agua. ¡Más vale prevenir que curar!

Consejos para el Mantenimiento

  • Atento al indicador de recarga: La mayoría de los lavavajillas Siemens cuentan con una luz que te avisa cuando es momento de añadir sal. No lo ignores, que es clave para que todo funcione bien.

  • Consulta la dureza del agua: La cantidad de sal que necesitas varía según lo dura que sea el agua en tu zona. Lo mejor es preguntar a tu proveedor local para saber exactamente qué necesitas.

  • Evita la sal de mesa: No uses sal común para cocinar, porque puede dañar tu lavavajillas. Solo la sal especial para lavavajillas es la adecuada.

En resumen

Mantener siempre el nivel de sal especial en tu lavavajillas no solo cuida el aparato, sino que también garantiza que tus platos salgan limpios y relucientes. Siguiendo estos pasos sencillos, tu Siemens funcionará a la perfección y evitarás problemas causados por el agua dura. Al darle el cuidado que merece, prolongarás la vida útil de tu lavavajillas y mejorarás tu experiencia al lavar los platos. ¡Más vale prevenir que curar!