Consejos para Cuidar tu Encimera de Silestone y Evitar Daños
Las encimeras de Silestone son famosas por su elegancia y resistencia, por eso cada vez más personas las eligen para sus cocinas. Pero, como cualquier superficie, necesitan un poco de mimo para que sigan luciendo impecables y funcionando bien. Si tienes una encimera de Silestone y quieres que te dure mucho tiempo en perfecto estado, aquí te dejo algunos consejos útiles.
¿Qué es el Silestone?
El Silestone está compuesto en un 94 % por cuarzo, lo que le da una gran dureza y una superficie que no absorbe líquidos. Esto hace que sea menos propenso a mancharse con cosas del día a día, como aceites o productos de belleza. Pero ojo, eso no significa que puedas descuidarlo, porque hay ciertas precauciones que conviene tener en cuenta para no estropearlo.
Cosas que deberías evitar
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Contacto con acetona: La acetona, que está en quitaesmaltes y algunos productos de limpieza, puede dejar manchas difíciles. Si se te cae acetona encima, límpiala rápido para que no cause daño.
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Temperaturas muy altas: No pongas ollas, sartenes o herramientas calientes directamente sobre la encimera. El calor excesivo puede provocar decoloraciones o incluso daños en la superficie.
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Productos de limpieza abrasivos: Evita usar químicos agresivos, lejía, productos con cloro o estropajos que rayen. Estos pueden deteriorar el acabado y la protección de tu encimera.
Cuidados para tu encimera de Silestone
Las encimeras de Silestone son resistentes, pero no invencibles. Si no tienes cuidado, pueden rayarse y perder ese brillo que tanto te gusta, lo que las hace más vulnerables a daños con el tiempo.
Limpieza diaria
Mantener tu encimera limpia es clave para que dure mucho más. Aquí te dejo unos consejos sencillos para hacerlo bien:
- Usa productos suaves: Para la limpieza de todos los días, lo mejor es un detergente suave y ecológico. Eso sí, siempre dilúyelo con agua para evitar que los químicos sean demasiado agresivos.
- Solo paños suaves: Limpia con un trapo o una esponja blandita. Olvídate de la lana de acero o cualquier cosa áspera que pueda arañar la superficie.
- Atento a los derrames: Si se te cae algo, límpialo rápido. Así evitas que las manchas se fijen y te den más trabajo después.
Protege tu encimera de golpes y rayones
Aunque el Silestone aguanta bastante, no es invulnerable a los golpes o cortes:
- Evita objetos filosos: Mantén los cuchillos y utensilios punzantes alejados de la encimera. Aunque puede resistir algunos cortes, usar una tabla siempre es la opción más segura.
- Usa posavasos y salvamanteles: Pon posavasos bajo las bebidas y salvamanteles bajo ollas o sartenes calientes para darle una capa extra de protección.
Cuidados extra
- Sellado: Aunque el Silestone no es poroso, a veces el fabricante recomienda volver a sellarlo. No está de más hacerlo para mantenerlo en perfecto estado.
La verdad, con un poco de atención y estos trucos, tu encimera puede lucir como nueva por mucho tiempo. Más vale prevenir que curar, ¿no crees?
Cómo cuidar tu encimera de Silestone
Aunque la mayoría de las instalaciones modernas no necesitan un sellado frecuente, aplicar una capa protectora extra de vez en cuando puede ser una buena idea para mantenerla en perfecto estado.
Productos de lavandería y maquillaje: Ten mucho cuidado al colocar estos productos sobre la encimera, porque un derrame accidental puede dejar manchas difíciles de quitar.
Evita la luz solar directa: La exposición prolongada al sol puede hacer que los colores de tu encimera se desvanezcan con el tiempo. Si puedes, usa cortinas o persianas para protegerla.
Lista rápida para el cuidado diario
| Acción | Frecuencia |
|---|---|
| Limpieza con detergente suave | Todos los días |
| Secar derrames al instante | En cuanto ocurran |
| No cortar directamente | Siempre |
| Usar salvamanteles para objetos calientes | Siempre |
| Sellar nuevamente si es necesario | Según recomendación |
Si sigues estos consejos, tu encimera de Silestone no solo lucirá espectacular, sino que también funcionará perfectamente durante muchos años. Recuerda que prevenir es mejor que lamentar, y con pequeños cuidados diarios evitarás problemas mayores en el futuro.