Cómo proteger las encimeras Hafa del calor
Mantener tus encimeras Hafa en buen estado es clave, sobre todo con todo lo que pasa en el baño día a día. Ya sea que tengas encimeras de roble macizo, laminadas o de Silestone, cuidar que no se dañen con el calor es fundamental para que duren mucho tiempo. Aquí te dejo algunos consejos prácticos para que tus encimeras no sufran con utensilios calientes ni otros desgastes.
Conoce los diferentes tipos de encimeras Hafa
Antes de entrar en materia con los cuidados, es bueno entender qué materiales se usan en las encimeras Hafa:
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Encimeras de roble macizo
- Son de madera natural, así que necesitan un mimo especial para que sigan luciendo bien.
- Se pueden tratar con aceite danés, que ayuda a protegerlas de la humedad y el calor.
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Encimeras laminadas
- Están hechas de MDF resistente a la humedad y una capa de laminado de alta presión.
- Son duraderas, pero ojo, el calor extremo puede dañarlas.
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Encimeras de Silestone
- Contienen un 94 % de cuarzo, lo que las hace muy duras y resistentes.
- No son porosas, pero igual hay que tener cuidado con temperaturas muy altas.
La verdad, más vale prevenir que curar, así que con estos datos ya tienes una buena base para cuidar tus encimeras y que sigan como nuevas por mucho tiempo.
Por qué no conviene poner utensilios calientes directamente sobre la encimera
Dejar ollas o sartenes calientes sobre la encimera puede traer varios problemas que a veces no se notan hasta que ya es tarde:
- Marcas de quemaduras: El calor intenso puede dejar manchas oscuras o cambiar el color de la superficie.
- Deformaciones: Si el calor se mantiene por mucho tiempo, la encimera puede doblarse o deformarse, algo que pasa mucho con las de laminado.
- Manchas permanentes: Aunque la superficie sea no porosa, el calor puede alterar el acabado o la textura, dejando marcas difíciles de quitar.
Consejos para cuidar tus encimeras Hafa
Aquí te dejo algunos trucos sencillos para proteger tus encimeras de los utensilios calientes:
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Usa siempre protectores o salvamanteles
No pongas ollas o sartenes calientes directamente sobre la encimera; mejor usa un salvamanteles o una base especial. Es la forma más fácil y efectiva de evitar daños. -
Deja que se enfríen un poco antes de apoyarlos
A veces la prisa nos gana, pero es mejor esperar un momento para que los utensilios bajen un poco la temperatura antes de ponerlos sobre la encimera. -
Mantenimiento regular según el tipo de encimera
- Para encimeras de roble macizo: aplica una capa extra de aceite danés una vez al año o cuando notes que la superficie está seca. Esto ayuda a proteger contra la humedad y mejora la resistencia al calor.
- Para encimeras de laminado: limpia cualquier derrame rápido para evitar que la humedad penetre y cause deformaciones.
La verdad, con un poco de cuidado y estos hábitos, tus encimeras pueden lucir como nuevas por mucho más tiempo.
Consejos para cuidar tus encimeras Silestone
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No pongas objetos calientes directamente sobre la superficie. La verdad, aunque parezca obvio, es mejor usar siempre un salvamanteles o algo que proteja la encimera del calor para evitar daños.
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Limpieza diaria suave. Para mantenerlas impecables, usa productos de limpieza suaves, especialmente diseñados para cuarzo. Evita a toda costa los estropajos o herramientas abrasivas que puedan rayar o desgastar la superficie.
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Evita la luz solar directa. La exposición prolongada al sol puede hacer que los colores se desvanezcan o cambien, sobre todo si tienes encimeras de madera maciza como el roble. Así que, si puedes, procura que no les dé el sol de lleno.
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Limpia los derrames rápido. Si por accidente colocas un utensilio caliente o se derrama algo, límpialo cuanto antes. Esto ayuda a prevenir manchas o daños que a largo plazo pueden ser difíciles de quitar.
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Cubre la encimera cuando no la uses. Cuando no estés cocinando o trabajando en la cocina, cubrir la encimera con un paño o protector puede ser una buena idea para evitar golpes o calor innecesario.
En resumen
Cuidar tus encimeras Hafa, especialmente de los utensilios calientes, es clave para que se mantengan bonitas y resistentes con el tiempo. Con pequeños gestos como usar salvamanteles, limpiar con regularidad y prestar atención a la temperatura, puedes evitar muchos problemas. Recuerda, un poco de cuidado diario hace una gran diferencia para que tus muebles luzcan siempre como nuevos.