Cómo cuidar tu lijadora Makita para que rinda siempre al máximo
Mantener tu lijadora Makita en buen estado es clave para que funcione suave y dure mucho tiempo. No solo mejorarás su rendimiento, sino que también te asegurarás de usarla con seguridad. Te comparto algunos consejos sencillos pero efectivos para que tu herramienta siempre esté lista para la acción.
- Revisa y cambia la banda abrasiva con frecuencia
La banda abrasiva es la que hace todo el trabajo de lijado, así que es fundamental mantenerla en buen estado. Cada cierto tiempo, échale un vistazo para ver si está desgastada o deshilachada. Si notas que está dañada, cámbiala sin pensarlo para evitar que el lijado quede mal o que la máquina sufra algún daño.
Para cambiarla, solo tienes que tirar de la palanca de leva hacia afuera, colocar la banda sobre la polea trasera y luego volver a poner la palanca en su lugar.
Consejito para la velocidad de la banda:
Usa el dial para ajustar la velocidad según el material que estés lijando. Para materiales duros, sube la velocidad; para superficies delicadas, bájala. Puedes ajustar la velocidad de forma continua entre 5 m/s y 28 m/s, así que tienes bastante margen para encontrar la que mejor te funcione.
Mantén la Correa Bien Alineada
Para que la lijadora funcione como debe, es fundamental que la correa esté bien colocada. Después de poner una correa nueva, enciende la máquina y fíjate que la correa quede centrada. Si ves que se mueve hacia un lado, usa la ruedecilla de ajuste para corregirla: gira hacia la derecha para mover la correa a ese lado, o hacia la izquierda para desplazarla en esa dirección.
Limpia el Sistema de Recolección de Polvo
Tener el área de trabajo limpia no solo mejora el rendimiento, sino que también es más seguro. Siempre conecta tu lijadora a una aspiradora adecuada, idealmente una Makita con una manguera de 28 mm de diámetro interno. Esto ayuda a mantener el polvo bajo control y evita que la suciedad afecte el funcionamiento. No olvides revisar y vaciar el recolector de polvo con regularidad para que siga trabajando bien.
Revisa y Cambia las Escobillas de Carbón
Las escobillas de carbón son vitales para que el motor funcione correctamente. Es buena idea checarlas seguido, sobre todo si notas que la lijadora pierde fuerza. Cuando las escobillas llegan a la marca límite, es momento de reemplazarlas. Para hacerlo, quita las tapas del portacepillos con un destornillador, saca las escobillas gastadas y pon unas nuevas. Recuerda cambiar ambas al mismo tiempo para que el motor trabaje parejo.
Mantén tu herramienta limpia y seca
Limpiar la lijadora es algo sencillo, pero súper importante para que dure más tiempo:
- Después de usarla, pásale un paño para quitar el polvo y cualquier resto que haya quedado. Evita a toda costa usar gasolina, disolventes o productos similares, porque pueden estropear la superficie de la herramienta.
Guarda la herramienta de forma adecuada
El lugar donde guardes tu lijadora influye mucho en cuánto tiempo te va a durar. Lo ideal es tenerla en un sitio fresco y seco, para que no se acumule humedad y no se dañen las partes eléctricas. Si tienes la caja o estuche original, úsalo para protegerla del polvo y de golpes accidentales.
Programa mantenimiento profesional
Cuando notes que algo no va bien o que la lijadora no funciona como antes, lo mejor es llevarla a un centro de servicio autorizado Makita. Un mantenimiento a fondo hecho por profesionales no solo garantiza que la herramienta siga segura y confiable, sino que también mantiene la garantía si usas repuestos originales.
En resumen
Cuidar tu lijadora Makita no es complicado, pero sí requiere un poco de atención y revisiones periódicas. Siguiendo estos consejos, tu herramienta te acompañará en muchos proyectos sin fallar.
Cuando tengas dudas, lo mejor es echar un vistazo a las instrucciones del fabricante o, si prefieres, pedir ayuda a un profesional que sepa del tema. La verdad, así evitas problemas y te aseguras de que todo salga bien. ¡Disfruta lijando!