Cómo Mantener los Niveles de Glicol en tu Calienta Toallas
Si tienes un calienta toallas y quieres que siga funcionando a la perfección, es fundamental que cuides que el nivel de glicol esté siempre en su punto. Esto es aún más importante si tu calienta toallas está en un lugar donde las temperaturas bajan de cero. Aquí te voy a contar, paso a paso, cómo mantener el glicol en tu calienta toallas, especialmente si es de la marca Hafa.
¿Por qué es tan importante el glicol?
El glicol es un líquido clave que se usa en los calienta toallas para evitar que el agua se congele cuando hace mucho frío. Mantener la cantidad adecuada de glicol no solo ayuda a que tu calienta toallas caliente bien, sino que también previene daños que podrían ser costosos o difíciles de arreglar.
Pasos para cuidar el nivel de glicol
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Revisiones periódicas: De vez en cuando, échale un ojo al nivel de glicol, sobre todo si tu calienta toallas está en una casa de verano o en un sitio sin calefacción.
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Rellenar con glicol: Si ves que el nivel está bajo, no te preocupes, puedes rellenarlo con glicol. No es complicado, pero sí es importante que sigas las instrucciones del fabricante para hacerlo bien.
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Usa el glicol correcto: Asegúrate de usar el tipo de glicol que recomienda el fabricante para tu modelo específico, así evitas problemas y alargas la vida útil de tu calienta toallas.
Revisa las pautas de Hafa
Antes de hacer cualquier cosa, échale un ojo a las recomendaciones específicas que da Hafa. Son súper útiles para no meter la pata.
Controla la temperatura
No pierdas de vista la temperatura del lugar donde tienes el calentador de toallas. Si baja mucho, sobre todo si se acerca a cero o menos, asegúrate de que el nivel de glicol esté bien. Esto es clave para evitar que se congele y te deje sin toallas calentitas.
Mantenimiento preventivo
Hazte el hábito de revisar el glicol con regularidad, especialmente cuando empieza el frío. Así evitas sorpresas desagradables y tu calentador funcionará a tope justo cuando más lo necesitas.
Consejos extra
- Consulta el manual: Siempre es buena idea seguir las instrucciones del manual de tu modelo. Hafa tiene guías de instalación que no puedes pasar por alto.
- Mantén todo limpio: No dejes que el polvo o la suciedad se acumulen, porque pueden afectar el rendimiento. Usa un paño húmedo para quitar restos de cal, pero olvídate de detergentes abrasivos o corrosivos.
- Pide ayuda profesional: Si no te sientes seguro revisando o rellenando el glicol, mejor llama a un experto. Así te aseguras de que todo quede bien hecho y sin riesgos.
Conclusión
Mantener el nivel de glicol en tu toallero no solo es cuestión de eficiencia, sino también de cuidar que tu aparato dure mucho más tiempo. Hacer revisiones periódicas y rellenarlo cuando haga falta puede ahorrarte reparaciones caras o tener que comprar uno nuevo. Si sigues estos consejos sencillos, podrás disfrutar de toallas calentitas y un toallero que funcione a la perfección, mejorando así la experiencia en tu baño.