Consejos Prácticos

Cómo llenar correctamente el depósito de sal para lavavajillas

Cómo rellenar correctamente el depósito de sal del lavavajillas

Mantener tu lavavajillas en buen estado es fundamental para que la vajilla salga limpia y sin manchas. Un punto clave, especialmente si tienes un lavavajillas AEG, es saber cómo rellenar bien el depósito de sal. En esta guía te cuento paso a paso cómo hacerlo para que tu electrodoméstico funcione de maravilla.

¿Por qué es importante usar sal en el lavavajillas?

La sal para lavavajillas no es cualquier sal; su función principal es ablandar el agua. Si tienes agua dura, que es la que tiene muchos minerales, puede afectar negativamente la limpieza y provocar que se acumule cal dentro del aparato, lo que a la larga reduce su eficacia. La sal ayuda a regenerar el ablandador de agua, haciendo que el lavavajillas trabaje mejor y tus platos queden impecables.

Pasos para rellenar el depósito de sal

Aquí te dejo una guía sencilla para que rellenes el depósito de sal de tu lavavajillas AEG sin complicaciones:

  1. Reúne lo que necesitas

    • Sal gruesa especial para lavavajillas (ojo, no uses sal de mesa ni sal fina porque pueden dañar el aparato).
    • Un embudo pequeño para evitar derrames (esto es opcional, pero ayuda mucho).
  2. Prepárate para rellenar

    • Apaga el lavavajillas antes de empezar para evitar cualquier problema.

¡Y listo! Con estos pasos básicos, tu lavavajillas estará listo para seguir funcionando al 100 % y tus platos siempre saldrán perfectos.

Cómo rellenar el depósito de sal de tu lavavajillas

  • Encuentra el depósito de sal: Normalmente está en la parte inferior del lavavajillas. Para abrirlo, gira la tapa hacia la izquierda (en sentido contrario a las agujas del reloj) hasta que puedas sacarla.

  • Agrega agua si es la primera vez: Solo la primera vez que llenes el depósito, echa aproximadamente un litro de agua dentro. Esto ayuda a que la sal se disuelva mejor cuando uses el lavavajillas por primera vez.

  • Llena con sal gruesa: Vierte alrededor de un kilo de sal especial para lavavajillas. Si tienes un embudo, úsalo para evitar que se derrame y facilitar el llenado.

  • Asegúrate de que toda la sal caiga: Si usaste embudo, dale unos suaves golpecitos para que la sal que queda se deslice dentro del depósito.

  • Limpia los restos de sal: Pasa un paño seco por la boca del depósito para quitar cualquier sal que haya quedado afuera y evitar que se oxide.

  • Cierra bien el depósito: Gira la tapa hacia la derecha (en el sentido de las agujas del reloj) hasta que quede bien apretada.

  • Pon en marcha un ciclo de lavado: Para evitar que la sal o el agua que pudo haberse derramado provoquen corrosión, arranca un programa de lavado justo después de rellenar el depósito.

Así de sencillo es mantener tu lavavajillas en perfecto estado y evitar problemas con la sal. ¡Más vale prevenir que curar!

Consejos para Sacar el Máximo Provecho

  • Revisa el depósito de sal con frecuencia: No esperes a que se acabe por completo. Cuando la luz indicadora te avise que está vacío, es momento de rellenarlo para que tu lavavajillas siga funcionando de maravilla.

  • Ajusta según la dureza del agua: Cada zona tiene un nivel distinto de dureza en el agua, y eso afecta cómo trabaja el suavizador. Si no estás seguro de qué nivel tienes, lo mejor es que consultes con la autoridad local de agua para ajustar bien la configuración.

  • Cuidado con las pastillas multiacción: Aunque uses pastillas "todo en uno", no te confíes y sigue controlando el nivel de sal. Estas pastillas no siempre son suficientes para aguas duras, así que rellenar el depósito es clave para evitar problemas.

Siguiendo estos consejos y manteniendo el nivel de sal en tu lavavajillas, tendrás platos más limpios y prolongarás la vida útil de tu electrodoméstico. ¡Feliz lavado!