Guía para limpiar las superficies de la campana de cocina Smeg
Mantener la cocina limpia y con buen olor no siempre es fácil, sobre todo cuando pasas mucho tiempo cocinando y friendo. Una aliada fundamental en este proceso es la campana extractora. Si tienes una campana Smeg, saber cómo limpiarla correctamente es clave para que funcione bien y siga luciendo genial con el paso del tiempo. Aquí te dejo una guía con instrucciones detalladas, basadas en las recomendaciones del fabricante, para que le des el cuidado que merece.
¿Por qué es tan importante limpiar la campana con regularidad?
- Evita la acumulación de grasa: Con el uso, restos de comida y grasa se van pegando en la campana, lo que puede generar olores desagradables y hacer que su rendimiento baje.
- Seguridad contra incendios: La grasa acumulada puede ser un peligro real si no se limpia con frecuencia, ya que aumenta el riesgo de incendio. Por eso, mantenerla limpia es una forma sencilla de prevenir accidentes.
- Durabilidad: Una campana bien cuidada no solo funciona mejor, sino que también dura más tiempo y se mantiene como nueva.
La verdad, más vale dedicarle un poco de tiempo a la limpieza que lamentar problemas después. ¡Tu campana y tu cocina te lo agradecerán!
Qué Necesitarás
Antes de ponerte manos a la obra con la limpieza, asegúrate de tener a mano estos materiales:
- Un paño húmedo
- Detergente líquido suave (el jabón para platos funciona genial)
- Una esponja que no raye
- Un balde con agua tibia
- Un taburete o escalón, por si tu campana está un poco alta
Pasos para Limpiar tu Campana Smeg
Aquí te dejo un método sencillo para dejar reluciente la superficie de tu campana de cocina:
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Corta la electricidad
Antes de empezar, desconecta la campana de la corriente. Esto es fundamental para evitar cualquier accidente mientras limpias. -
Pasa un paño húmedo
Con el paño húmedo, limpia las partes externas de la campana. Si ves que hay grasa o restos difíciles, añade un poco de detergente suave al agua para facilitar la tarea. -
Evita productos abrasivos
No uses solventes fuertes, productos abrasivos ni químicos agresivos. Estos pueden dañar o rayar la superficie. Mejor opta por limpiadores suaves que cuiden el acabado. -
Limpia siguiendo la dirección del acabado
Cuando limpies superficies metálicas, siempre frota en la dirección del acabado. Así mantendrás el brillo y evitarás marcas o rayones. -
Disfruta de tu campana limpia y reluciente
¡Y listo! Con estos pasos tu campana Smeg quedará como nueva, lista para seguir acompañándote en la cocina.
Limpieza de los filtros
Si tu campana tiene filtros metálicos para la grasa, es importante que los limpies con regularidad para que sigan funcionando bien. Aquí te dejo cómo hacerlo paso a paso:
- Saca un filtro a la vez con cuidado, para no dañarlos.
- Lávalos con un detergente suave y agua tibia. Si tus filtros son aptos para lavavajillas, también puedes meterlos ahí para facilitar la tarea.
- Deja que se sequen completamente antes de volver a colocarlos.
Cambio de filtros de carbón (si aplica)
Si tu campana Smeg funciona en modo recirculación (es decir, que no ventila al exterior sino que recicla el aire), ten en cuenta que los filtros de carbón activo necesitan ser reemplazados cada cierto tiempo, generalmente cada seis meses.
Toque final
Después de limpiar, pasa un paño húmedo y limpio por toda la superficie para eliminar cualquier resto de detergente.
Vuelve a conectar la electricidad
Cuando todo esté seco y en su lugar, vuelve a enchufar la campana para que funcione normalmente.
Frecuencia recomendada para el mantenimiento
- Limpieza externa de la campana: lo ideal es hacerla semanalmente.
- Limpieza de filtros: al menos una vez al mes, o más seguido si usas mucho la cocina.
- Cambio de filtros de carbón: cada seis meses.
Precaución
Nunca pierdas de vista a los niños cuando estén cerca de la campana, especialmente durante la limpieza, para evitar accidentes.
Siguiendo esta guía, podrás mantener tu campana extractora Smeg limpia y funcionando a la perfección, lo que garantiza un ambiente de cocina más fresco y seguro en casa. Hacerle un mantenimiento regular no solo alarga la vida útil del aparato, sino que también mejora tu experiencia al cocinar, ¡y eso siempre se agradece!