Cómo limpiar los cepillos de tu robot Makita
Si tienes un robot de limpieza Makita, seguro que te interesa saber cómo cuidar bien sus cepillos para que siempre funcionen de maravilla. Mantenerlos limpios no solo ayuda a que el robot rinda mejor, sino que también alarga su vida útil. Aquí te cuento paso a paso cómo hacerlo, de forma sencilla y sin complicaciones.
¿Por qué es tan importante limpiar los cepillos?
Los cepillos son los protagonistas a la hora de atrapar polvo y suciedad del suelo. Pero con el tiempo, se les enredan pelos, hilos y otros restos que pueden hacer que no trabajen como deberían. Por eso, limpiarlos con regularidad es clave para que tu robot no pierda eficacia y evites problemas por cepillos atascados o sucios.
Pasos para limpiar los cepillos y ruedas
Te dejo una guía rápida para que puedas limpiar el cepillo principal, los laterales y las ruedas de tu robot Makita.
Limpieza de los cepillos laterales
- Revisa los cepillos laterales: Fíjate si tienen pelos o hilos enredados entre las cerdas.
- Quita los residuos: Con unas pinzas o algo similar, saca con cuidado todo lo que esté enredado para que no afecte al movimiento.
Sustituye las cerdas si es necesario
Si notas que alguna de las cerdas está doblada o falta, no dudes en cambiarla por las que vienen de repuesto en tu paquete.
Cómo limpiar el cepillo principal
- Preparación: Primero, quita los cepillos laterales para que te sea más sencillo llegar al cepillo principal.
- Quitar el cepillo principal: Desatornilla y retira la placa inferior para poder sacar el cepillo principal.
- Limpieza del cepillo: Usa unas tijeras para eliminar pelos y hilos enredados. Si ves que hace falta, lávalo con agua para dejarlo impecable.
- Limpia la ventilación del aspirador: Pasa un paño ligeramente húmedo con un poco de detergente suave por dentro de la ventilación.
- Vuelve a montar: Coloca el cepillo principal en su sitio, alinea bien y vuelve a poner la placa inferior.
Limpieza de las ruedas
- Revisa las ruedas: Observa tanto las ruedas motrices como las giratorias para detectar si tienen pelos o hilos enredados.
- Quita los residuos: Con unas pinzas o tijeras, elimina cualquier enredo que encuentres.
- Facilita la limpieza: Girar las ruedas puede ayudarte a sacar los restos con más facilidad.
Limpieza de los sensores
- Sensores de caída y límites: Usa un hisopo limpio y seco para limpiar los sensores de caída que están en la parte inferior.
- Sensores ultrasónicos: Límpialos con cuidado usando otro aspirador en modo de succión suave para no dañarlos.
Limpieza de la caja de polvo y el filtro
- Saca la caja de polvo: Presiona la tapa superior para desbloquearla y retira la caja con cuidado.
- Vacía la caja: Dale unos golpecitos para que caigan los restos y el polvo dentro de una bolsa de basura.
- Limpia el filtro: Golpea suavemente el filtro contra la bolsa o una superficie para soltar la suciedad. Si ves que está muy sucio, lávalo con agua corriente y déjalo secar bien antes de volver a ponerlo.
- Vuelve a montar: Cuando todo esté limpio y seco, coloca la caja de polvo de nuevo en tu robot aspirador.
Consejos para el mantenimiento
- Limpieza frecuente: Para que tu robot funcione siempre al máximo, es buena idea limpiar los cepillos, las ruedas y los sensores al menos una vez por semana.
- Revisa antes de usar: Antes de ponerlo a trabajar, échale un ojo para asegurarte de que no haya pelos o suciedad enredados.
- Repuestos a mano: Ten a mano cepillos de repuesto por si los originales se desgastan o se dañan.
Para terminar
Cuidar bien los cepillos y las demás partes de tu robot Makita no solo mejora su rendimiento, sino que también alarga su vida útil. Dedicarle un poco de tiempo a la limpieza y revisión hará que tu casa quede más limpia y tu robot funcione mejor. Y si surge algún problema serio, lo mejor es acudir al centro de servicio Makita más cercano para que te ayuden.
Seguir estos pasos sencillos para limpiar tu robot Makita te ayudará a mantenerlo siempre en plena forma. Así, tus tareas de limpieza serán mucho más fáciles y efectivas, y evitarás problemas que puedan surgir por falta de mantenimiento. La verdad, dedicarle un poco de tiempo a su cuidado hace toda la diferencia para que funcione como el primer día.