Cómo limpiar los brazos rociadores de tu lavavajillas Asko
Mantener tu lavavajillas Asko en buen estado es clave para que funcione bien y deje tus platos relucientes. Una parte fundamental de este cuidado es limpiar los brazos rociadores. Estos brazos son los que distribuyen el agua durante el ciclo de lavado, y si se tapan, tus platos podrían no quedar tan limpios como esperas. Aquí te dejo una guía sencilla para que aprendas a limpiar los brazos rociadores de tu lavavajillas Asko.
¿Por qué es importante limpiar los brazos rociadores?
Con el tiempo, restos de comida y la cal pueden obstruir los agujeros y los rodamientos de los brazos rociadores. Esto hace que el lavado sea menos eficiente y puede dejar manchas o residuos en la vajilla. Limpiarlos regularmente no solo mejora el rendimiento del lavavajillas, sino que también ayuda a que dure más tiempo.
Pasos para limpiar los brazos rociadores
Limpiar los brazos rociadores es más fácil de lo que parece. Puedes hacerlo sin sacarlos o, si quieres una limpieza más a fondo, retirarlos. Te explico cómo hacer ambas cosas:
- Quitar los brazos rociadores
-
Brazo rociador superior
Saca la bandeja superior para cubiertos y accede al brazo rociador de arriba. Para quitarlo, empuja el brazo hacia arriba mientras lo giras en sentido contrario a las agujas del reloj hasta que se suelte.
Brazo Pulverizador Superior
Saca la cesta superior del lavavajillas. Afloja los rodamientos del brazo pulverizador girándolos hacia la izquierda y levanta con cuidado el brazo superior.
Brazo Pulverizador Inferior
Para el brazo inferior, solo tienes que tirar de él hacia arriba para sacarlo de su sitio.
Limpieza de los Brazos Pulverizadores
Una vez que los tengas fuera, échales un vistazo para ver si están tapados. Usa un alfiler o un palillo para sacar cualquier suciedad que esté obstruyendo los agujeros. Si la suciedad está muy pegada, déjalos en remojo en agua tibia con jabón durante unos 10 minutos para aflojar los restos. Luego, enjuágalos bajo el grifo para asegurarte de que no quede nada.
Volver a Colocar los Brazos Pulverizadores
Cuando estén limpios, vuelve a ponerlos en su lugar con cuidado:
- El brazo superior debe encajarse y girarse hacia la derecha para que quede bien fijo. Coloca el brazo y enrosca los rodamientos en el sentido de las agujas del reloj.
- El brazo inferior simplemente encájalo de nuevo en su posición.
Consejos para el Mantenimiento Regular
- Frecuencia: Intenta limpiar los brazos pulverizadores al menos una vez al mes, o más seguido si notas que el agua se acumula o que los platos no quedan bien lavados.
- Revisión periódica: Aprovecha para revisar otras partes del lavavajillas, como los filtros y el interior, para mantener todo en óptimas condiciones.
Programa de Autolimpieza
De vez en cuando, es buena idea poner en marcha un ciclo de autolimpieza usando un limpiador especial para lavavajillas o ácido cítrico. Eso sí, asegúrate de que no haya platos dentro cuando lo hagas. Esta práctica ayuda a eliminar la cal acumulada y mantiene todo el aparato en óptimas condiciones.
Conclusión
Limpiar los brazos rociadores de tu lavavajillas Asko puede marcar una gran diferencia en su rendimiento. Así, tus platos saldrán siempre impecables. Solo tienes que seguir unos pasos sencillos y convertirlo en parte de tu rutina de mantenimiento habitual. Si después de limpiar notas que el problema persiste, quizás sea momento de revisar otras piezas o consultar con un servicio técnico para que te echen una mano. ¡Que disfrutes lavando los platos!