Cómo limpiar de forma segura la junta de la puerta de tu refrigerador Point
Mantener el refrigerador limpio no es solo cuestión de estética, sino que es clave para que funcione bien y para cuidar la salud de lo que guardas dentro. Una de las partes que más atención merece es la junta de la puerta, esa goma que sella y mantiene el frío adentro, además de evitar que entren suciedad y bacterias.
¿Por qué es tan importante limpiar la junta?
- Evitar que se contamine la comida: La junta puede acumular polvo, migas y humedad, y eso puede terminar afectando la calidad de tus alimentos.
- Mejorar el rendimiento del refrigerador: Si la junta está limpia y en buen estado, el sello es perfecto y el frío no se escapa. Cuando está sucia o dañada, el refrigerador tiene que esforzarse más y consume más energía.
- Alargar la vida útil del electrodoméstico: Hacerle mantenimiento regular, como limpiar la junta, ayuda a que tu refrigerador dure más tiempo sin problemas.
Así que ya sabes, dedicarle un poco de tiempo a esta tarea puede marcar una gran diferencia en el día a día de tu cocina.
Cómo limpiar paso a paso tu refrigerador
Materiales que vas a necesitar:
- Un paño suave o una esponja
- Agua tibia
- Jabón líquido suave para platos o detergente diluido (evita los productos abrasivos)
- Bicarbonato de sodio (opcional, ideal para eliminar olores)
Instrucciones para la limpieza:
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Desconecta el refrigerador:
Antes de empezar, asegúrate de desenchufar el aparato. Esto no solo es por seguridad, para evitar cualquier accidente eléctrico, sino que también facilita el proceso de descongelar y limpiar a fondo. -
Revisa la goma de la puerta:
Echa un vistazo a la goma que sella la puerta. Si ves que está rota o con grietas, lo mejor es cambiarla para que el refrigerador mantenga bien el frío. -
Prepara la mezcla para limpiar:
Mezcla agua tibia con unas gotas de jabón suave. Si prefieres algo más natural, prueba con dos cucharadas de bicarbonato en un litro de agua tibia; funciona genial para limpiar y neutralizar olores. -
Limpia la goma:
Humedece el paño o la esponja con la solución que preparaste y pásalo con cuidado por toda la goma, no solo por la parte visible, sino también por las ranuras donde suele acumularse suciedad. Un truco: pon especial atención en las esquinas y esos rincones difíciles donde se esconde la mugre. -
Enjuaga bien:
Para terminar, usa otro paño humedecido solo con agua para quitar cualquier resto de jabón y que no quede pegajoso.
¡Y listo! Así de sencillo es mantener tu refrigerador limpio y en buen estado, evitando malos olores y asegurando que funcione mejor y por más tiempo.
Cómo cuidar la junta de la puerta del refrigerador
Para evitar que se formen malos olores, es fundamental secar bien la junta después de limpiarla. Usa un paño seco para eliminar toda la humedad y deja que se airee completamente antes de volver a enchufar el refrigerador.
Verifica que funcione bien
Una vez que la junta esté limpia y seca, asegúrate de que selle correctamente la puerta. Un truco sencillo es colocar un papel entre la puerta y el refrigerador y cerrarla; si la junta está en buen estado, el papel quedará atrapado y no se caerá.
Consejos extra para mantenerla en buen estado
- Frecuencia: Limpia la junta al menos cada pocos meses, o más seguido si notas suciedad acumulada.
- Evita productos agresivos: No uses limpiadores abrasivos, cepillos duros ni estropajos, porque pueden dañar la junta. Tampoco es buena idea usar productos con olores fuertes que puedan quedarse impregnados.
- Mantén la junta seca: Para prevenir moho y hongos, siempre seca bien la junta después de limpiarla.
- Revisa que no esté dañada: Inspecciona regularmente la junta para detectar desgaste o roturas. Si ves que está muy deteriorada, considera cambiarla para que el refrigerador funcione mejor.
En resumen
Limpiar y cuidar la junta de la puerta de tu refrigerador Point es una tarea sencilla pero clave para que tu equipo dure más y funcione de manera óptima.
Si sigues estos consejos y mantienes la goma de la nevera limpia, ayudarás a que tu frigorífico funcione mejor y, de paso, a que tus alimentos se conserven en buen estado. La verdad, no solo se trata de limpiar, también es importante estar atento a cualquier daño que pueda aparecer en la goma. Más vale prevenir que curar, ¿no? ¡Suerte con la limpieza!