Cómo limpiar el acero inoxidable: lo que deberías evitar
El acero inoxidable es un material que se ha ganado un lugar en muchas casas, especialmente en elementos como los lavabos, por ejemplo, los que fabrica Purus. Aunque es resistente y está pensado para aguantar el uso diario, es fundamental saber cómo limpiarlo bien para que siga luciendo impecable. Si te preguntas qué no hacer al limpiar acero inoxidable, sobre todo productos como los de Purus, aquí te dejo algunos consejos clave.
La limpieza suave es la mejor aliada
- Usa detergentes suaves: Cuando limpies acero inoxidable, lo mejor es elegir productos que no sean agresivos. Los químicos fuertes pueden dañar la capa protectora y con el tiempo estropear la superficie.
- Prefiere paños o cepillos blandos: Así evitas rayones y mantienes el acabado intacto.
Cosas que es mejor evitar
Hay sustancias que pueden dejar marcas o deteriorar el acero inoxidable a largo plazo. Ten cuidado con:
- Limpiadores con cloro o ácidos: El contacto prolongado puede causar manchas o decoloraciones que no se quitan fácilmente.
- Pulidores para plata: Aunque parezca raro, estos productos pueden arruinar el brillo y la textura del acero inoxidable.
La verdad, más vale prevenir que curar, y con estos tips podrás mantener tus superficies de acero inoxidable como nuevas por mucho más tiempo.
Productos Alimenticios: Cuidado con las manchas
Ketchup, mostaza, jugo y mayonesa son algunos de los culpables más comunes de manchas difíciles. Lo mejor es limpiar cualquier derrame en cuanto ocurra para evitar que se fijen y te den más trabajo después.
Olvídate de la lana de acero
Aunque parezca una solución rápida y efectiva, usar lana de acero en superficies de acero inoxidable es un error. No solo raya el acabado, sino que también puede dejar restos que con el tiempo se convierten en puntos de óxido. Más vale prevenir que lamentar.
Cómo lidiar con manchas y decoloraciones
A pesar de que limpies con cuidado, es normal que aparezcan manchas o zonas descoloridas en el acero inoxidable. Aquí te dejo unos trucos para eliminarlas sin dañar la superficie:
Pulir las manchas
Si ves alguna mancha, usa un poco de pulidor específico para acero inoxidable. Recuerda:
- Frota suavemente: Aplica el producto directamente sobre la mancha y haz movimientos suaves.
- Sigue la dirección del grano: En encimeras, siempre frota en la misma dirección que las vetas del metal. En otras superficies, puedes usar movimientos circulares.
Eliminar la cal
La cal puede ser un dolor de cabeza, pero con cuidado se puede quitar:
- Solución de vinagre: Prepara una mezcla con un 10 % de vinagre para atacar la cal más rebelde.
- Enjuaga y seca: Después de aplicar, enjuaga bien y seca rápido para que no queden residuos que puedan dañar la superficie.
Cómo Revivir Zonas Opacas
¿Notas que algunas partes de tu acero inoxidable han perdido brillo? No te preocupes, hay un truco sencillo que puede ayudarte: usa tiza sobre un paño suave para devolverle ese toque brillante que parece haberse ido.
Consejos para el Cuidado Diario
El acero inoxidable tiene una cualidad genial: con el tiempo, puede suavizar esos rayones pequeños y formar una pátina que le da un aspecto único y bonito. Pero ojo, para que tu lavabo de acero inoxidable Purus se mantenga siempre impecable, es fundamental que le des un mantenimiento regular:
- Limpieza frecuente: Usa un detergente suave para limpiar con regularidad y evitar que la suciedad se acumule.
- Secado inmediato: Después de limpiar, seca bien la superficie para que no queden esas molestas manchas de agua seca.
- Atención rápida a los derrames: Si algo se cae, límpialo cuanto antes para que no se manche ni dañe el acabado.
Evita materiales abrasivos y trata con cuidado cada limpieza; así conservarás la calidad y el aspecto de tu acero inoxidable por mucho más tiempo. Siguiendo estos consejos sencillos, tu lavabo Purus seguirá luciendo genial durante años.
¿Tienes dudas o necesitas recomendaciones específicas? No dudes en contactar con Purus, ellos te ayudarán encantados.