Consejos para Evitar Acumulaciones de Agua en tu Toldo Hornbach
Si te has hecho con un toldo gris liso para tu terraza y te preocupa que se formen charcos de agua cuando llueva, estás en el lugar indicado. Estos charcos no solo son molestos, sino que pueden dañar el toldo y acabar generando gastos innecesarios en reparaciones. Aquí te cuento lo esencial que dice el fabricante para que puedas cuidar bien tu toldo y evitar estos problemas.
¿Qué son las acumulaciones de agua?
Las acumulaciones de agua ocurren cuando el agua se queda estancada en la tela del toldo en lugar de deslizarse y caer. Esto suele pasar si el toldo no está colocado con la inclinación adecuada, que es el ángulo con el que cuelga la tela. Si la inclinación es muy baja, el agua no puede escurrirse bien y se queda formando charcos que pueden dañarlo.
¿Cuál es la inclinación recomendada?
Para que el agua no se quede atrapada, es fundamental que el toldo tenga una inclinación mínima de 15 grados, o lo que es lo mismo, un 25 % de pendiente. El fabricante advierte que cualquier ángulo menor a este aumenta mucho el riesgo de que el agua se acumule en la tela. Si ves que tu toldo está muy plano, por debajo de esos 15 grados, lo mejor es ajustarlo para que tenga la inclinación correcta y así evitar problemas.
Cómo ajustar y cuidar tu toldo
Para empezar, extiende el toldo hasta la longitud que necesites. Luego, con un nivel, verifica el ángulo: la distancia desde la parte superior del toldo hasta el perfil frontal debe ser al menos de 40 cm para conseguir una inclinación de unos 15 grados. Si ves que no está bien, ajusta el ángulo aflojando los tornillos de los soportes de los brazos articulados, cambia la inclinación y vuelve a apretarlos.
Retracción del toldo
Aunque el ángulo sea el correcto, es mejor ser precavido cuando el tiempo se pone feo. El fabricante recomienda recoger el toldo en cuanto empiece a llover, nevar o haya viento fuerte para evitar daños. Esto es especialmente importante en estas situaciones:
- Lluvia: Si ves que va a llover, mejor recoge el toldo, aunque parezca que aguanta bien.
- Nieve: La nieve y la escarcha pueden estropear tanto la tela como la estructura, así que no uses el toldo cuando esté nevando.
- Viento: Si el viento supera la resistencia del toldo (clase 2, que aguanta vientos de fuerza 5 en la escala Beaufort), lo más seguro es recogerlo.
Mantenimiento regular
Para que tu toldo dure más y funcione bien, es fundamental hacer revisiones periódicas. Así podrás detectar cualquier problema antes de que se convierta en algo serio.
Cómo cuidar tu toldo paso a paso
Revisiones periódicas: Antes de abrir tu toldo, échale un vistazo rápido para detectar cualquier daño o desgaste. Si notas algo raro, mejor no lo uses hasta que esté arreglado, porque más vale prevenir que lamentar.
Manténlo limpio: Es importante quitar el polvo y la suciedad que se acumulan con el tiempo. Para eso, sigue las indicaciones del fabricante para lavar la tela y conservarla en buen estado.
Pasos para limpiar:
- Despliega el toldo por completo.
- Usa un cepillo suave para eliminar la suciedad suelta.
- Prepara una mezcla de agua tibia con jabón suave y limpia la tela, dejándola remojar un rato antes de enjuagar.
- Deja que el toldo se seque al aire libre antes de recogerlo, así evitas que quede humedad que pueda causar moho o daños.
En resumen: Si sigues estos consejos, reducirás mucho las posibilidades de que se formen bolsas de agua en tu toldo Hornbach. Ajustar bien la inclinación, recogerlo cuando llueva o haga mal tiempo, y hacer mantenimiento regular, hará que tu toldo funcione mejor y dure más tiempo. No olvides consultar siempre las instrucciones del fabricante para un cuidado y uso seguro y óptimo de tu toldo de terraza.