Cómo Detectar Atascos en tu Lavavajillas Bosch
Si tienes un lavavajillas Bosch, seguro que en algún momento te has topado con algún problemilla. Uno de los más comunes son los atascos, que pueden hacer que tus platos no queden tan limpios como deberían. Estos bloqueos pueden aparecer en diferentes partes del aparato y afectar la circulación del agua, lo que termina por perjudicar el lavado.
En este artículo te voy a contar cómo puedes revisar si hay algún atasco en tu lavavajillas Bosch y qué hacer para solucionarlo sin complicaciones.
Lugares donde suelen aparecer los atascos
Antes de ponerte manos a la obra, es bueno que sepas cuáles son las zonas más propensas a tener bloqueos:
- Filtros: Estos son los encargados de atrapar restos de comida y suciedad. Cuando se llenan, el agua no circula bien y el rendimiento baja.
- Brazos rociadores: Son los que distribuyen el agua por todo el lavavajillas. Si algo los obstruye, no giran como deberían y el lavado se resiente.
- Manguera de desagüe: Es la tubería por donde sale el agua sucia. Si se dobla o se tapa, el agua no puede salir y se acumula.
- Bomba de desagüe: Con el tiempo, puede acumular residuos que impiden que funcione correctamente y causan bloqueos.
Con estos puntos claros, ya estás listo para revisar y mantener tu lavavajillas en perfecto estado. ¡Más vale prevenir que curar!
Zona del Sump: ¿Qué es y cómo mantenerla limpia?
Esta zona es donde se acumula el agua en el fondo del lavavajillas. No solo eso, también es un lugar donde se pueden quedar atrapados restos de comida, así que es importante revisarla de vez en cuando para evitar problemas.
Pasos para detectar y eliminar obstrucciones en tu lavavajillas Bosch
- Apaga el lavavajillas
Antes de meterte en cualquier tarea de mantenimiento, asegúrate de apagar el aparato y desconectarlo de la corriente. Más vale prevenir que lamentar.
- Revisa y limpia los filtros
- Encuentra los filtros: En la mayoría de los modelos Bosch, los filtros están en la parte inferior y se pueden quitar fácilmente.
- Saca el filtro: Gíralo o tira con cuidado para sacarlo.
- Límpialo bien: Pásalo por agua tibia y usa un cepillo suave para eliminar cualquier resto pegado.
- Vuelve a colocarlo: Cuando esté seco y limpio, ponlo de nuevo en su sitio asegurándote de que quede bien fijo.
- Examina los brazos rociadores
- Quita los brazos: Según el modelo, pueden desenroscarse o simplemente sacarse con un poco de fuerza.
- Busca atascos: Fíjate si hay restos de comida o suciedad que tapen los agujeros por donde sale el agua.
- Límpialos: Enjuágalos con agua tibia y usa un palillo o un alambre fino para despejar cualquier bloqueo.
- Vuelve a ponerlos: Coloca los brazos en su lugar original y asegúrate de que queden bien sujetos.
Con estos pasos, tu lavavajillas Bosch funcionará mejor y evitarás esos molestos problemas de limpieza que a veces aparecen sin avisar.
Revisa la Manguera de Drenaje
- Encuentra la manguera: Esta va desde la parte trasera del lavavajillas hasta la conexión con la tubería de tu casa.
- Busca dobleces o torceduras: Asegúrate de que no haya curvas muy marcadas o aplastamientos que puedan impedir que el agua fluya bien.
- Despeja posibles obstrucciones: Si notas que la manguera está tapada, intenta pasar agua suavemente para limpiarla. Si te resulta más sencillo, quítala y límpiala a fondo.
Revisa la Bomba de Drenaje
- Accede a la bomba: Según el modelo de tu lavavajillas, puede que tengas que quitar la tapa para llegar a la bomba.
- Inspecciona si hay bloqueos: Observa si hay restos de comida o suciedad que estén impidiendo que la bomba funcione correctamente.
- Limpia lo que sea necesario: Retira cualquier obstáculo y asegúrate de que la bomba esté en buen estado antes de volver a montar todo.
Revisa el Área del Sump
- Echa un vistazo dentro: Usa una linterna para iluminar el área del sump, que está en la parte inferior del lavavajillas.
- Quita los restos: Con la máquina apagada, usa un paño o tus manos para sacar cualquier partícula de comida o suciedad que se haya acumulado.
Prueba tu Lavavajillas Después del Mantenimiento
Una vez que hayas revisado y limpiado todas estas partes, es momento de poner a prueba tu lavavajillas para asegurarte de que todo funcione bien.
Reconectar la corriente
Primero, enchufa de nuevo el lavavajillas y enciéndelo.
Realizar un ciclo de prueba
Elige un ciclo corto para comprobar que el agua se drena bien y que los brazos rociadores funcionan correctamente.
Observar el rendimiento
Después de la prueba, fíjate si los platos salen limpios, sin fugas ni ruidos extraños.
Conclusión
Revisar con regularidad que no haya obstrucciones en tu lavavajillas Bosch no solo mejora cómo limpia, sino que también ayuda a que dure más tiempo. Si sigues estos pasos y aún tienes problemas, quizás sea momento de llamar al servicio técnico de Bosch para que te echen una mano. Recuerda que mantener tu lavavajillas en buen estado significa platos más limpios y un aparato que funciona mejor. Con un poco de cuidado y atención, tu Bosch te acompañará por mucho tiempo.