Cómo Cambiar la Junta de la Puerta en un Frigorífico Smeg
Si notas que la puerta de tu frigorífico Smeg no cierra bien o que entra aire caliente, probablemente sea hora de cambiar la junta. Esa goma que ves alrededor de la puerta, llamada junta o sello, es fundamental para que el frío se quede dentro y el calor fuera. Cuando está rota o desgastada, el frigorífico gasta más energía y la comida puede estropearse antes.
En este artículo te voy a explicar paso a paso cómo reemplazar esa junta para que tu Smeg vuelva a funcionar como nuevo.
¿Por qué es tan importante la junta?
La junta es una tira flexible que sella la puerta y evita que el aire frío se escape y que el aire caliente entre. Si está dañada, el compresor tiene que trabajar más para mantener la temperatura, lo que no solo hace que el frigorífico enfríe menos, sino que también sube la factura de la luz. Además, una junta defectuosa puede dejar pasar humedad, lo que provoca que se forme escarcha y tengas que descongelar más seguido.
Señales de que necesitas cambiar la junta
- Daños visibles: Si ves grietas, rasgaduras o cualquier desperfecto en la goma.
- Escape de aire frío: Pasa la mano por los bordes de la puerta y si sientes que se escapa aire frío, es mala señal.
- Acumulación de escarcha: Mucha escarcha en la junta o dentro del frigorífico puede indicar que la junta no está sellando bien.
Desalineación de la puerta: ¿No cierra bien? Quizás el sello necesita ajustarse o cambiarse.
Herramientas y materiales que vas a necesitar
Antes de ponerte manos a la obra, asegúrate de tener:
- Un sello nuevo que sea compatible con el modelo de tu frigorífico Smeg
- Un destornillador, por si hay que quitar tornillos
- Agua tibia con jabón y una esponja para limpiar
- Un paño para secar bien la zona
Pasos para cambiar el sello
-
Compra el sello correcto
Lo primero es conseguir un sello original de Smeg. No te olvides de revisar el número de modelo de tu nevera para pedir el tamaño y tipo exacto. -
Quita el sello viejo
Abre la puerta y fíjate si el sello está sujeto con tornillos. Si es así, usa el destornillador para sacarlos y retirar el sello antiguo. Si no hay tornillos, simplemente tira con cuidado para despegarlo del marco. -
Limpia bien la zona
Con el sello viejo fuera, limpia el hueco donde estaba pegado usando agua tibia con jabón y la esponja. Luego seca todo con el paño para que el nuevo sello se adhiera bien. -
Coloca el sello nuevo
Ahora, pon el sello nuevo con cuidado, alineándolo con la ranura del marco de la puerta. Asegúrate de que quede bien ajustado para que la puerta cierre herméticamente.
Cómo asegurarte de que el sello de tu nevera quede perfecto
-
Si el sello tiene ranuras o clavijas, verifica que encajen bien y sin holguras. En caso de que necesites tornillos, apriétalos con un destornillador para que quede firme.
-
Prueba el sello: Cierra la puerta de la nevera y haz una prueba sencilla. Coloca un papel entre la puerta y el marco. Si puedes sacar el papel sin esfuerzo, significa que el sello no está ajustado como debería. En ese caso, ajusta o presiona un poco más el sello hasta que quede bien.
-
Revisión final: Recorre todo el borde de la puerta para asegurarte de que el sello esté parejo y sin espacios. Un buen sello debe formar una barrera completa, sin huecos.
Consejos para cuidar el sello nuevo
-
Limpieza frecuente: Mantén el sello limpio para que conserve su flexibilidad. Usa agua tibia con jabón y evita productos agresivos que puedan dañarlo.
-
Chequeos regulares: Revisa de vez en cuando que el sello no tenga desgaste o daños. Si notas algo raro, cámbialo a tiempo.
-
Evita la humedad: Procura que la zona alrededor del sello esté seca para prevenir moho o hongos.
En resumen
Cambiar el sello de tu nevera Smeg es más sencillo de lo que parece y puede marcar una gran diferencia en el ahorro de energía y en mantener tus alimentos frescos por más tiempo.
Cuida el sello de tu nevera para que dure más
Hacer revisiones periódicas y mantener en buen estado el sello de la nevera puede alargar su vida útil y ayudar a que el electrodoméstico funcione de manera óptima. La verdad, a veces uno no le presta mucha atención, pero es clave para evitar problemas mayores.
Si notas que algo va más allá de un simple cambio de sello, no dudes en ponerte en contacto con el soporte técnico de Smeg. Ellos te echarán una mano para resolver cualquier inconveniente que surja y que no puedas manejar por tu cuenta.