Cómo Cambiar la Goma de la Puerta de tu Nevera Smeg
Si notas que la puerta de tu nevera Smeg no cierra bien, puede que esté dejando escapar aire, y eso no solo sube la factura de la luz, sino que también puede echar a perder la comida. Lo más común es que la goma de la puerta esté dañada o desgastada. La buena noticia es que cambiarla es un proceso sencillo que puedes hacer tú mismo sin complicaciones. Aquí te dejo una guía paso a paso para que lo hagas sin líos.
¿Por qué es importante cambiar la goma?
Con el tiempo, la goma de la puerta se va deteriorando por el uso diario, la limpieza, el calor o simplemente el paso del tiempo. Esto puede causar varios problemas, como:
- Un aumento en el consumo de energía.
- Que la comida se estropee por cambios de temperatura.
- Acumulación de escarcha dentro de la nevera.
Por eso, cambiar la goma es clave para que tu nevera funcione bien y ahorres energía.
Lo que vas a necesitar
Antes de ponerte manos a la obra, asegúrate de tener a mano:
- Una goma nueva que sea compatible con tu modelo de Smeg.
- Un destornillador, en caso de que la goma esté sujeta con tornillos.
- Un cuchillo de mantequilla o una herramienta similar para ayudarte a despegar la goma vieja.
- Un paño limpio para limpiar la zona una vez que hayas terminado.
Pasos para cambiar la goma de la puerta
- Desconecta la nevera de la corriente
Antes de empezar, lo más importante es que desenchufes la nevera para evitar cualquier accidente.
Cómo cambiar la junta de la puerta paso a paso
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Protección ante todo
Antes de empezar, asegúrate de desconectar la electricidad. Esto no solo te protege de posibles descargas, sino que también evita que cambies alguna configuración sin querer. Más vale prevenir que lamentar. -
Quitar la junta vieja
Mira bien cómo está puesta la junta antigua. Algunas simplemente encajan, pero otras vienen sujetas con tornillos. Si es tu caso, usa un destornillador para sacarlos y guárdalos en un lugar seguro para no perderlos. Luego, tira con cuidado de la junta para despegarla. Si está pegada y no se mueve, un cuchillo de mantequilla puede ayudarte a despegarla sin dañar la puerta. -
Limpia el borde de la puerta
Una vez que hayas quitado la junta vieja, limpia bien el borde de la puerta para eliminar polvo, suciedad o restos de pegamento. Esto es clave para que la nueva junta se adhiera bien y dure más tiempo. -
Coloca la nueva junta
Pon la nueva junta alineándola con el marco de la puerta. Si tiene ranuras, asegúrate de que encajen en las del marco. Presiona con firmeza para que quede bien fija. Si tu junta lleva tornillos, vuelve a ponerlos para asegurarla. -
Revisa que quede bien sellada
Cierra la puerta y pasa los dedos por los bordes para comprobar que no haya espacios por donde pueda entrar aire o luz. Si notas que la junta está floja o no sella bien, ajústala hasta que quede perfecta.
Reconecta la energía
Vuelve a enchufar el frigorífico a la corriente. Durante los próximos días, fíjate bien en la puerta para asegurarte de que mantiene el frío y que el sello sigue funcionando como debe.
Consejos para cuidar el nuevo sello
Después de cambiar el sello de la puerta, te recomiendo tener en cuenta estos pequeños trucos para que dure más:
- Limpieza frecuente: Pasa un paño con agua tibia y jabón para evitar que se acumule suciedad.
- No sobrecargar: Procura que nada impida que la puerta cierre bien, no metas cosas que bloqueen el cierre.
- Revisión periódica: Cada cierto tiempo, échale un vistazo al sello para detectar cualquier desgaste o daño, sobre todo después de limpiar a fondo o mover el frigorífico.
Para terminar
Cambiar el sello de la puerta de tu frigorífico Smeg es una tarea sencilla que puede mejorar su rendimiento y alargar su vida útil. Si sigues estos pasos, tu electrodoméstico funcionará mejor y mantendrá tus alimentos frescos por más tiempo. Además, cuidar el sello regularmente te ayudará a evitar tener que cambiarlo con tanta frecuencia. Y si ves que el problema va más allá del sello, no dudes en contactar con el servicio técnico para que te echen una mano.