Cómo Ajustar la Dureza del Agua en tu Lavavajillas Bosch
Si quieres que tu lavavajillas Bosch funcione de maravilla, es clave configurar bien la dureza del agua. ¿Por qué? Porque el agua dura puede provocar acumulación de cal, lo que no solo afecta el rendimiento del aparato, sino que también deja esas molestas manchas en la vajilla. Te cuento paso a paso cómo hacerlo de forma sencilla.
¿Qué es la dureza del agua?
La dureza del agua se mide en grados (°E) y nos dice cuántos minerales como calcio y magnesio hay en el agua. Según dónde vivas, la dureza puede variar bastante. Aquí te dejo una guía rápida para que te hagas una idea:
- 0 a 8 °E: Agua blanda
- 9 a 20 °E: Agua media
- 21 a 26 °E: Agua dura
- 27 a 44 °E: Agua muy dura
Para saber exactamente qué nivel tienes, puedes llamar a la compañía de agua de tu zona o usar un medidor de dureza.
Cómo configurar la dureza en tu lavavajillas Bosch
- Averigua la dureza de tu agua: Usa la tabla de arriba para identificar tu nivel.
- Enciende tu lavavajillas: Así podrás acceder a los ajustes y cambiar la configuración.
Y listo, con eso ya estarás cuidando mejor tu lavavajillas y asegurando que tus platos salgan siempre perfectos. La verdad, más vale prevenir que curar cuando se trata de la cal, ¿no?
Cómo ajustar la dureza del agua en tu lavavajillas Bosch
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Entra en modo configuración: Mantén pulsado el botón durante 3 segundos hasta que veas que el indicador empieza a parpadear.
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Elige el nivel de dureza del agua: Pulsa el botón repetidamente hasta que aparezca el nivel correcto. Según el modelo, verás que se iluminan entre 0 y 3 LEDs para mostrar la dureza (de más blanda a más dura).
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Confirma tu selección: Una vez que tengas el nivel adecuado, mantén pulsado el botón otros 3 segundos para guardar la configuración.
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Configuración de fábrica: Por lo general, el ajuste predeterminado es el nivel 1, que corresponde a dureza media y se indica con el LED A encendido.
Consejos extra para un lavado perfecto
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Usa sal especial: Si la dureza de tu agua supera los 9 °E, es fundamental que añadas sal especial para lavavajillas. Esto ayuda a suavizar el agua y evita problemas.
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Revisa los indicadores: No olvides echar un vistazo a las luces que te avisan cuando falta sal o abrillantador, así tu máquina siempre funcionará al máximo.
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Limpieza regular: Limpiar los filtros y los brazos rociadores con frecuencia es clave para que el lavavajillas rinda como el primer día.
En resumen
Ajustar bien la dureza del agua es básico para que tu lavavajillas Bosch dé lo mejor de sí y tus platos queden impecables.
Siguiendo estos pasos sencillos, podrás ajustar la dureza del agua sin complicaciones, lo que no solo ayuda a que tu electrodoméstico dure más tiempo, sino que también garantiza que tus platos queden relucientes y limpios. Si en algún momento te surge alguna duda, no dudes en consultar el manual de usuario o ponerte en contacto con el servicio de atención al cliente de Bosch, que siempre está dispuesto a ayudarte.