Consejos Prácticos

Cómo Ajustar la Dureza del Agua en tu Lavavajillas ASKO

Cómo Ajustar la Dureza del Agua en tu Lavavajillas ASKO

Si notas que tus platos salen con manchas blancas o residuos, probablemente el problema esté en la dureza del agua que usas. Ajustar bien este parámetro en tu lavavajillas ASKO es clave para que tus vajillas queden impecables y el detergente funcione como debe.

¿Qué es la dureza del agua?

La dureza del agua se refiere a la cantidad de minerales, sobre todo calcio y magnesio, que contiene el agua que llega a tu casa. Estos minerales pueden afectar la eficacia del detergente y dejar esos molestos restos en tus platos.

¿Cómo saber si tienes que cambiar la configuración? Aquí te dejo una pista:

  • Agua dura: Deja manchas blancas o una capa de sarro en la vajilla.
  • Agua blanda: Los platos salen limpios y sin residuos.

La dureza del agua se mide en diferentes unidades, dependiendo del país o la región:

  • Grados alemanes de dureza (°dH)
  • Grados franceses de dureza (°fH)
  • Grados ingleses de dureza (°eH)
  • Milimoles por litro (mmol/l)

¿Qué hacer?

Lo primero es averiguar la dureza del agua en tu zona. Puedes llamar a la compañía de agua local o buscar esta información en su página web. Así sabrás exactamente cómo ajustar tu lavavajillas para que funcione de maravilla.

Cómo ajustar tu lavavajillas según la dureza del agua

Antes de nada, lo primero es saber qué nivel de dureza tiene el agua en tu casa. Una vez que lo tengas claro, sigue estos pasos para dejar tu lavavajillas a punto:

  • Abre la puerta del lavavajillas: Necesitas tener acceso al panel de control, así que asegúrate de que la puerta esté abierta.

  • Entra en el menú de configuración: Pulsa el botón correspondiente hasta que aparezca el menú de ajustes. Busca la opción que diga algo como “Dureza del agua” o algo parecido.

  • Selecciona el ajuste correcto: Aquí te dejo una tabla para que puedas elegir el nivel adecuado según la dureza de tu agua:

Rango de dureza (°DH) Ajuste recomendado
0-5 0-9
6-8 10-14
9-11 15-20
12-14 21-25
15-19 26-34
20-24 35-43
25-29 44-52
30-39 53-70
40-49 71-88
50 89
  • Confirma tu selección: Una vez que hayas elegido el ajuste que corresponde, pulsa el botón para confirmar y guardar.

  • Llena el compartimento de sal: Si la dureza de tu agua es mayor a 5°dH, no olvides rellenar el depósito de sal especial para lavavajillas. Esto ayuda a que el suavizador interno funcione bien y evite problemas.

  • Añade detergente y abrillantador: Usa productos que sean adecuados para el nivel de dureza que has configurado. Consulta el manual para saber la cantidad exacta que debes poner.

La verdad, ajustar bien estos detalles puede marcar la diferencia en la limpieza y cuidado de tu vajilla. Más vale prevenir que curar, ¿no crees?

Notas Importantes

  • Ciclo de regeneración: El suavizador de agua integrado en tu lavavajillas se activa de forma automática de vez en cuando. Esto puede hacer que el programa de lavado dure un poco más y que el consumo de agua y energía suba ligeramente. No te preocupes, es algo normal y necesario para que todo funcione bien.

  • Vigila el rendimiento: Si después de ajustar la dureza del agua notas que los platos salen con manchas o con restos de cal, es buena idea revisar y modificar esos ajustes. A veces, un pequeño cambio puede marcar la diferencia.

Conclusión

Ajustar correctamente la dureza del agua en tu lavavajillas ASKO es clave para que tus platos queden limpios y brillantes cada vez. Mantener un ojo en estos ajustes y adaptarlos según la calidad del agua de tu zona ayuda a evitar problemas como la acumulación de cal y mejora el rendimiento del aparato. ¡Que disfrutes de un lavado impecable!