Calentador de Toallas Hafa: Cómo llenarlo con glicol
Si tienes un calentador de toallas Hafa y piensas instalarlo en un lugar donde las temperaturas pueden bajar mucho, es fundamental llenarlo con glicol para evitar que se dañe por las heladas. En esta guía te explico paso a paso cómo hacerlo para que tu calentador funcione sin problemas durante el invierno.
¿Por qué usar glicol?
El glicol es un anticongelante que protege tu calentador cuando el frío aprieta, especialmente si lo tienes en una casa que no siempre está calentita, como una segunda residencia o una cabaña de vacaciones. Aquí te dejo las razones principales para usarlo:
- Protección contra congelación: Cuando el agua se congela, se expande y puede romper las tuberías o el propio calentador. El glicol evita ese problema.
- Eficiencia del sistema: Gracias al glicol, el calentador sigue funcionando bien aunque la temperatura baje mucho.
Antes de llenar el calentador
Asegúrate de tener todo lo necesario:
- Glicol: Usa glicol automotriz estándar, que es el más adecuado para este tipo de sistemas.
- Herramientas: Ten a mano una llave inglesa o las herramientas que recomienda el manual de instalación de Hafa.
- Recipiente: Un contenedor para manejar el glicol sin derrames.
Con estos consejos, tu calentador estará listo para enfrentar el frío sin preocupaciones. ¡Más vale prevenir que lamentar!
Cómo llenar el toallero con glicol
Apaga la calefacción: Antes de empezar, asegúrate de que el toallero esté completamente apagado. No queremos sorpresas.
Revisa la instalación: Comprueba que el toallero esté bien instalado y que todas las conexiones estén firmes y sin fugas.
Conéctalo a un sistema cerrado: El toallero debe estar conectado a un sistema de calefacción cerrado, tipo radiador. No lo conectes a sistemas de agua potable ni a calefacción por suelo radiante.
Proceso para llenar con glicol
Prepara la mezcla de glicol: Según la temperatura que esperes, mezcla el glicol con agua en estas proporciones:
- Si la temperatura baja hasta -4°C, usa un 15 % de glicol.
- Para -8°C, mezcla un 20 %.
- Si llega a -15°C, sube al 30 %.
- En caso de -23°C, mezcla un 40 %.
- Y si hace hasta -35°C, usa un 50 % de glicol.
Llena despacio: Ve llenando el toallero poco a poco con la mezcla para evitar que se formen burbujas de aire dentro del sistema, que pueden causar problemas.
Controla el nivel del líquido: Después de una hora, revisa que el nivel del líquido esté aproximadamente a 2 cm del borde superior del toallero cuando esté a máxima temperatura.
Sella el sistema: Cuando estés seguro de que el nivel es correcto, cierra el toallero con el tapón y los componentes de aireación que vienen con él.
Revisión final
Inspección visual: Una vez lleno, échale un vistazo para asegurarte de que no haya fugas ni problemas visibles.
Revisión de Temperatura y Mantenimiento Regular
Después de llenar y sellar tu calentador de toallas, vuelve a encenderlo y observa cómo se calienta. Esto es clave para asegurarte de que todo funcione sin problemas y evitar sorpresas desagradables.
Mantenimiento frecuente
Para que tu calentador siga en buen estado, no basta con usarlo; también necesita un poco de cariño de vez en cuando. Aquí te dejo unos consejos rápidos:
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Limpieza constante: Pasa un paño húmedo por la superficie para eliminar cualquier residuo de cal. Ojo, evita productos corrosivos o abrasivos que puedan dañar el acabado.
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Revisa el nivel de glicol: Si notas que el calentador no calienta como antes, puede que el nivel de glicol esté bajo y necesite un relleno.
En resumen
Siguiendo estos pasos, tu calentador de toallas Hafa estará siempre listo para el frío, protegido contra heladas y funcionando a tope. Si en algún momento te atascas o tienes dudas, no dudes en consultar el manual de instalación o contactar con el servicio de atención al cliente de Hafa. ¡Más vale prevenir que curar!