Cómo Ajustar la Dureza del Agua en tu Lavavajillas Miele
Si acabas de comprar un lavavajillas Miele, seguro que te surgen dudas sobre cómo configurarlo bien. Una de las cosas más importantes es ajustar la dureza del agua. Poner este ajuste correctamente es clave para que tus platos salgan relucientes y para que el lavavajillas funcione sin problemas durante mucho tiempo. Aquí te explico paso a paso cómo hacerlo.
¿Por qué es tan importante la dureza del agua?
El agua dura tiene mucho calcio y magnesio. Cuando lavas con agua así, esos minerales pueden dejar manchas y una película en los platos y dentro del lavavajillas. Pero ojo, si el agua es demasiado blanda, puede dañar los vasos y hacer que los dibujos se borren. Por eso, ajustar bien la dureza del agua es fundamental para que tu lavavajillas rinda al máximo y dure más.
Pasos para ajustar la dureza del agua en tu Miele
Paso 1: Averigua la dureza del agua que tienes
Antes de tocar cualquier configuración, necesitas saber qué nivel de dureza tiene el agua en tu casa. Normalmente, esta info te la puede dar la compañía de agua local o puedes buscarla en su web.
Cómo ajustar la dureza del agua en tu lavavajillas
La dureza del agua se mide comúnmente en grados de dureza (°dH), milimoles por litro (mmol/L) o granos por galón (gpg). Si quieres configurar correctamente tu lavavajillas según la dureza del agua de tu zona, sigue estos pasos sencillos:
Paso 1: Apaga el lavavajillas
Antes de nada, asegúrate de que el lavavajillas esté apagado. Si está funcionando, pulsa el botón de encendido para apagarlo.
Paso 2: Entra en el modo de programación
Mantén presionado el botón de Inicio mientras enciendes el lavavajillas con el botón de encendido. No sueltes el botón de Inicio hasta que la luz de Inicio se encienda y se mantenga fija.
Paso 3: Accede a la configuración de dureza del agua
Presiona dos veces el botón de selección de programa. Verás que la luz indicadora izquierda parpadea dos veces, señal de que estás en el menú correcto.
Paso 4: Ajusta el nivel de dureza
Busca cuál es el nivel de dureza del agua en tu zona. Si tu medición está en otra unidad distinta a °dH, el manual del lavavajillas tiene una tabla para convertirla fácilmente.
Usa el botón de Inicio para cambiar el nivel de dureza. Cada vez que pulses, el nivel subirá o bajará poco a poco.
Cuando llegues al nivel que corresponde a tu agua, el ajuste se guardará automáticamente.
Paso 5: Guarda y termina
Apaga el lavavajillas para asegurarte de que el nuevo ajuste quede guardado y listo para usar.
¡Y listo! Así de fácil es adaptar tu lavavajillas para que funcione mejor según la calidad del agua que tienes en casa. Más vale prevenir que curar, y ajustar bien la dureza puede alargar la vida útil de tu electrodoméstico y mejorar el lavado.
Paso 4: Añadir Sal
Si el agua de tu casa tiene una dureza superior a 5 °dH, vas a necesitar usar sal especial para lavavajillas. Te cuento cómo hacerlo paso a paso:
- Saca la rejilla inferior para poder llegar al depósito de sal.
- Desenrosca la tapa del depósito.
- Si es la primera vez que añades sal, llena el depósito con unos 2 litros de agua para facilitar la disolución.
- Con el embudo que viene incluido, ve echando la sal hasta que el depósito esté lleno.
- Vuelve a enroscar bien la tapa para que no se escape nada.
Un consejo: cada vez que abras el depósito de sal, es buena idea hacer un ciclo rápido de aclarado después. Esto ayuda a eliminar cualquier sal que haya podido caer fuera y evita que se oxide el lavavajillas.
Paso 5: Usar y rellenar el abrillantador
Además de ajustar la dureza del agua y usar la sal, es fundamental mantener el depósito de abrillantador lleno. Este producto es el que ayuda a que los platos salgan secos y sin manchas.
- Levanta el botón amarillo que cubre el compartimento del abrillantador.
- Llena el depósito hasta que el indicador de nivel se oscurezca.
- Cierra bien la tapa para que no se derrame.
Cuando el piloto del abrillantador en el panel de control se encienda, sabrás que es hora de rellenarlo.
Para terminar
Siguiendo estos pasos, tu lavavajillas Miele funcionará de maravilla y tus platos quedarán impecables cada vez que lo uses. ¡Más vale prevenir que curar!
Ajustar la dureza del agua: clave para tu lavavajillas
Para que tu lavavajillas funcione de maravilla, es fundamental controlar la dureza del agua. No olvides revisar con frecuencia y rellenar la sal especial y el abrillantador; son los mejores aliados para que tus platos queden impecables.
Si alguna vez te encuentras con algún problema, lo mejor es echar un vistazo al manual de servicio de Miele o ponerte en contacto con su atención al cliente.
Con estos pequeños cuidados, no solo prolongarás la vida útil de tu lavavajillas, sino que también mantendrás tus vajillas relucientes como el primer día. ¡Más vale prevenir que curar!